La moda da un salto al futuro con el desarrollo de textiles capaces de generar electricidad a partir del movimiento corporal. Investigadores y empresas tecnológicas han creado telas integradas con nanocables piezoeléctricos que convierten la energía cinética de actividades cotidianas, como caminar o correr, en electricidad utilizable para cargar dispositivos electrónicos como teléfonos o relojes inteligentes.
Esta innovación, que está ganando terreno en 2025, ya se implementa en algunas marcas de ropa deportiva. Por ejemplo, ciertas chaquetas y zapatillas incorporan estas telas inteligentes, permitiendo a los usuarios generar pequeñas cantidades de energía durante sus entrenamientos. Los avances en nanomateriales, desarrollados por instituciones como el MIT, han hecho posible que estas prendas sean ligeras, flexibles y lavables, manteniendo la comodidad sin sacrificar funcionalidad.
Además de su potencial para la vida diaria, esta tecnología abre puertas a aplicaciones en sectores como la salud, donde sensores integrados en la ropa podrían monitorear signos vitales usando la energía generada por el propio cuerpo. Sin embargo, los expertos señalan que la producción masiva aún enfrenta retos, como reducir costos y aumentar la eficiencia energética de los textiles.
Esta fusión de moda y tecnología no solo redefine el guardarropa moderno, sino que también impulsa un futuro más sostenible, donde la ropa no solo viste, sino que también empodera al usuario con energía renovable al alcance de un paso.