En el marco de la 55ª Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el gobierno de Estados Unidos desmintió rumores sobre una posible retirada del organismo regional y reiteró su disposición a fortalecer su papel, aunque exigió mayor eficacia frente a las crisis que azotan a países como Venezuela y Haití.
Natalia Molano, portavoz en español del Departamento de Estado, afirmó este viernes que Washington no está amenazando con abandonar la OEA, pero sí exige que la institución recupere su relevancia frente a la comunidad hemisférica.
“Estados Unidos no está en una postura de amenazar a nadie. Tenemos una Administración pragmática, transparente y sincera”, declaró Molano a la agencia EFE. “Queremos ver más que palabras. Queremos ver acciones”, subrayó.
Las declaraciones ocurren luego de que el subsecretario de Estado, Christopher Landau, manifestara el jueves dudas sobre la permanencia de EE.UU. en la organización, cuestionando su eficacia frente a las prolongadas crisis políticas y humanitarias en Venezuela y Haití. Landau afirmó que la OEA ha demostrado “incapacidad” para actuar de forma decisiva, pese a contar con instrumentos jurídicos y políticos.
Molano explicó que la revisión de la participación estadounidense en organismos multilaterales, incluida la OEA, responde a una orden directa del presidente Donald Trump. No obstante, insistió en que la intención es fortalecer el papel de la institución y canalizar soluciones concretas, no abandonarla.
“El mensaje del subsecretario Landau viene desde un optimismo que cree que la OEA aún puede desempeñar un papel relevante en la región”, sostuvo Molano.
Apoyo a misión en Haití y respaldo a Rosa María Payá
Durante esta Asamblea, Estados Unidos impulsa una resolución para respaldar la misión internacional de seguridad en Haití, liderada por Kenia y respaldada por la ONU. Washington busca que la OEA facilite la canalización de recursos y personal logístico, al considerar que existen vacíos operativos que deben resolverse con urgencia.
Asimismo, EE.UU. promueve la candidatura de la disidente cubana Rosa María Payá a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Según Molano, su postulación representa una oportunidad para renovar el compromiso regional con la democracia y los derechos humanos frente a las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
“Sin democracia no hay seguridad, y sin seguridad no hay prosperidad”, afirmó Molano.
La pregunta que resuena en el continente
Molano enfatizó que millones de ciudadanos en América Latina se cuestionan hoy la relevancia de la OEA ante situaciones de abuso, represión y crisis humanitaria. “La gente ve lo que ocurre en Venezuela o en Haití y se pregunta: ¿qué ha hecho realmente la OEA?”, dijo.
Estados Unidos, como mayor donante del organismo, insistió en que no basta con condenas simbólicas. Reclamó una reforma profunda de la OEA para que sea capaz de responder con eficacia a las amenazas autoritarias y restaurar la confianza de los pueblos del continente.
