La agencia S&P Global Ratings (Standard & Poor’s) rebajó este jueves la calificación crediticia de Colombia de BB+ a BB para su deuda soberana de largo plazo en moneda extranjera, y mantuvo la perspectiva negativa, lo que intensifica las preocupaciones sobre el deterioro fiscal y el aumento de la deuda pública del país.
La decisión de S&P se suma a la rebaja anunciada horas antes por Moody’s Investors Service y deja a Colombia apenas un peldaño por encima del nivel considerado como altamente especulativo, lo que podría limitar su acceso a los mercados internacionales de capital y aumentar los costos de financiamiento.
“Tres años sin ancla fiscal aumentan la incertidumbre sobre la capacidad de ajuste de las finanzas públicas”, advirtió S&P en su informe.
La calificadora señaló cuatro factores clave detrás del recorte:
- El creciente desequilibrio fiscal, que se amplió a 6,1% del PIB en 2024 y podría alcanzar 7,1% en 2025.
- El aumento sostenido de la deuda neta del gobierno, proyectada en más de 64% del Producto Interno Bruto (PIB) entre 2025 y 2028.
- El peso creciente del servicio de la deuda, que podría representar hasta 5% del PIB en 2026.
- Y la ausencia de una regla fiscal firme, suspendida desde hace tres años.
Según analistas, la degradación podría provocar salidas de capital y afectar a los Títulos de Tesorería (TES), cuya calificación en moneda local cayó a BBB-, perdiendo el grado de inversión en la práctica cuando se combina con la nota de Fitch Ratings (otra de las tres principales agencias internacionales).
Efectos inmediatos y reacciones
El deterioro fiscal proyectado por S&P llevó a expertos como José Ignacio López, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), a advertir sobre posibles salidas de fondos internacionales. “La reducción era esperada, pero la perspectiva negativa es sorpresiva”, escribió en la red X.
Andrés Pardo, exviceministro de Hacienda, señaló que los TES podrían ser excluidos de índices globales de deuda con grado de inversión, lo que derivaría en liquidaciones forzadas por parte de inversionistas institucionales.
César Pabón, director de investigaciones económicas de Corficolombiana, advirtió que “el país sigue caminando al filo del precipicio fiscal”, mientras que Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), acusó al gobierno de “descuidar totalmente las finanzas públicas”, con una deuda creciente y efectos acumulativos que “se convierten en una bola de nieve”.
Respuesta oficial
El Ministerio de Hacienda y Crédito Público reconoció la gravedad de la doble rebaja y emitió un comunicado en el que insistió en que los fundamentos de la economía siguen siendo sólidos. Destacó la credibilidad del Banco de la República (banco central de Colombia), la política de flotación cambiaria y la resiliencia del consumo.
“Seguiremos trabajando por la consolidación fiscal y mostrando señales claras de manejo prudente a los inversionistas”, afirmó el ministro Germán Ávila.
El director de Crédito Público, Javier Cuéllar, reafirmó el compromiso con la sostenibilidad fiscal y con atraer inversión extranjera.
Aunque una nota BB no implica incumplimiento inmediato, sí refleja un mayor nivel de riesgo crediticio, lo que puede traducirse en:
- Mayores tasas de interés para emitir deuda,
- Menor apetito de los inversionistas institucionales,
- Más volatilidad en los mercados financieros locales.
Moody’s, que rebajó a Colombia a Baa3 con perspectiva estable, resaltó factores como la solidez del sistema financiero, el rol de los contrapesos institucionales y la capacidad de financiar el déficit externo mediante inversión extranjera directa (IED).