Las nuevas políticas migratorias del gobierno de Donald Trump comienzan a reflejarse en el mercado inmobiliario del sur de Florida, particularmente en Doral, donde se concentra la comunidad venezolana más grande de Estados Unidos.
Un reportaje publicado por The Wall Street Journal señaló que cada vez más migrantes están abandonando esta ciudad debido al endurecimiento de las medidas y la revisión de programas temporales implementados durante la administración de Joe Biden.
Desocupación creciente de venezolanos en el Doral
Mientras la tasa de desocupación de apartamentos en los municipios aledaños a Doral se ubica en 4,3%, en la ciudad ha escalado hasta 6,5%, frente a 5,6% de finales del año pasado. En algunos edificios, la cifra supera 10%, lo que refleja la magnitud del éxodo.
Los arrendadores aseguran que la salida de venezolanos del Doral ha sido determinante. La presión en el mercado ha hecho que los precios de alquiler caigan a su nivel más bajo en los últimos tres años.
En Doral, aproximadamente 40% de los residentes —cerca de 80.000 personas— son venezolanos o descendientes. Muchos han hecho vida allí durante décadas y cuentan con ciudadanía estadounidense, mientras que otros llegaron en años recientes amparados por medidas migratorias ahora en revisión.
El reportaje señala que el temor a redadas y detenciones federales ha provocado que familias enteras decidan abandonar la zona.
La alcaldesa de Doral, Christi Fraga, explicó que el incremento de viviendas vacías responde a una mezcla de factores, pero reconoció que la salida de migrantes juega un papel clave.
El fenómeno ocurre mientras Trump planea ser anfitrión de la próxima cumbre del G-20 en Doral, lo que añade mayor atención internacional sobre la ciudad.