El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, ha recalcado un claro y drástico giro en la política exterior de su país al confirmar que los líderes de Venezuela, Cuba y Nicaragua no serán invitados a su toma de posesión, programada para el próximo 8 de noviembre.
Paz Pereira, de tendencia centrista, justificó su decisión argumentando que se trata de regímenes que “no son gobiernos democráticos”, distanciando a Bolivia de la alianza ideológica que mantenía la administración anterior.
En una entrevista con Fernando del Rincón para CNN en Español, el mandatario electo fue contundente al establecer los términos de su futuro relacionamiento internacional: “Nosotros somos un país democrático. Si bien hay relaciones diplomáticas a ser respetadas, nuestra condición de relacionamiento es sobre la base de la democracia”.
El presidente electo no se detuvo en críticas y afirmó que los regímenes de estos tres países “claramente no son democráticos”, agregando: “Yo no quisiera que mi país fuera ninguno de esos tres”.
Esta declaración refuerza el compromiso de su gobierno de reencauzar a Bolivia en el eje democrático latinoamericano y buscará estrechar lazos con las naciones de la región que defiendan las libertades y el Estado de Derecho.
Invitación a María Corina Machado
En un movimiento que subraya su postura, Rodrigo Paz también reveló que el lunes mantuvo una conversación telefónica con la líder opositora venezolana María Corina Machado, a quien invitó formalmente a la ceremonia de investidura. Paz no escatimó en elogios para Machado, a quien calificó como “una inspiración para la democracia en América Latina”.

La exclusión de los líderes de la Habana, Managua y Caracas de la ceremonia del 8 de noviembre se interpreta como el primer gran gesto de la nueva administración boliviana para reafirmar su adhesión a los valores democráticos en el continente.