Dos bombarderos B-52H Stratofortress de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos sobrevolaron este miércoles el noreste de Curazao, próximo a la franja costera occidental de Venezuela, según registros de la plataforma Flightradar24.
Las aeronaves, diseñadas para misiones de largo alcance y capaces de transportar hasta 32.000 kilogramos de armamento convencional y nuclear, fueron detectadas operando en la región caribeña en horas de la mañana.
Uno de los aviones, identificado con el número de cola 61-0035 y el indicativo “PARKA11”, despegó a las 04:43 AM (hora local) desde la Base de la Fuerza Aérea de Minot, ubicada en Dakota del Norte. El trayecto documentado situó la aeronave en espacio aéreo del Caribe tras un vuelo continuo de varias horas. A este sobrevuelo se sumó un segundo bombardero del mismo tipo, consolidando una formación considerada de ataque estratégico en las inmediaciones de Venezuela. Además, la presencia de ambos bombarderos surge apenas un día después del despliegue de seis aviones P-8A Poseidon en la misma zona, destinados a patrullas marítimas.
Según información pública del Departamento de Defensa estadounidense, el B-52 Stratofortress es un bombardero subsónico operativo desde la década de 1950, destinado a garantizar la capacidad de disuasión estratégica de Estados Unidos. Los aparatos están equipados para portar armamento nuclear o convencional y se han utilizado en ejercicios recientes enfocados en la vigilancia y respuesta frente a amenazas regionales.
El portal Flighradar24 detectó el vuelo del bombardero cerca de Venezuela este miércoles
Hasta el momento, la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela no ha emitido comunicados oficiales sobre este sobrevuelo de bombarderos estadounidenses. En ocasiones anteriores, el Ministerio de Defensa de Venezuela calificó estos movimientos como provocaciones y denunció amenazas a la soberanía nacional.
Estas maniobras se presentan en el contexto de las crecientes tensiones entre Washington y Caracas, con el añadido del enorme despliegue militar de Estados Unidos en la región durante las últimas semanas.
Washington vincula la escalada con la presión sobre organizaciones criminales que operarían desde Venezuela y países vecinos, sobre todo el Cártel de los Soles. El llamado Cártel de los Soles, según el Departamento de Justicia de EEUU, está compuesto por altos mandos militares y funcionarios venezolanos implicados en el tráfico de cocaína hacia Norteamérica. Washington sostiene que el grupo opera bajo protección de sectores del Ejército y ha sido pieza clave en el sostenimiento financiero del régimen.
En marzo de 2020, fiscales federales presentaron cargos por narcotráfico y terrorismo contra el dictador Nicolás Maduro y varios miembros de su círculo cercano.
La movilización de bombarderos y patrullas marítimas estadounidenses también se genera después de que el Pentágono confirmara la existencia de “planes de contingencia” en Venezuela ante una eventual huida de Nicolás Maduro, y de declaraciones del presidente Donald Trump, quien advirtió sobre “posibles acciones militares, incluso terrestres”, en caso de que continúe el flujo de narcotráfico atribuido a embarcaciones en la zona.
EEUU ha trasladado al Caribe su mayor portaaviones, el USS Gerald R. Ford, y declaró como terrorista al Cartel de los Soles y señaló a Nicolás Maduro como su líder.
El Gobierno estadounidense mantiene vigente una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca al arresto o condena de Maduro, y de hasta 10 millones por varios de sus colaboradores, incluidos el ministro de Defensa y el presidente del Tribunal Supremo. Las acusaciones lo vinculan directamente con operaciones de transporte de cocaína y con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).


