Por morfema.press
El recuento final fue de 458 cuerpos, de los cuales se determinó que 39 había fallecido de causas naturales.
Luego de meses de investigación en Bucha, la ciudad cercana a Kiev donde se produjo la peor masacre de la guerra desatada por Rusia en Ucrania, funcionarios ucranianos anunciaron que habían completado la investigación en torno a las acusaciones de crímenes de guerra perpetrados por tropas rusas.
El saldo final: 458 muertos, de los cuales 419 muestran señales de haber sido torturados o asesinados a balazos o golpes.
Los investigadores aclararon que, no obstante la diligencia con la que se trabajó, es posible que nunca se sepa la figura exacta de muertos. Según The Washington Post, esto se debe al estado en que se encontraron algunos de los fallecidos.
Al menos 50 cuerpos estaban tan en malas condiciones que fue imposible identificarlos. En las últimas dos semanas, han aparecido dos cuerpos más y hay al menos 10 personas han denunciado que tienen parientes desaparecidos que no logran ubicar.
La vice alcaldesa de la ciudad, Mykhailyna Skoryk-Shkarivska, afirmó que habían decidido dar a conocer sus resultados a pesar de esto dada la dificultad de alguna vez poder tener un panorama completo de lo sucedido.
En una conferencia de prensa, anunció que los fiscales ya están trabajando para identificar a los autores de la masacre y acusarlos de posibles crímenes de guerra.
En su presentación, Skoryk-Shkarivska anticipó que también se investigarían las muertes de las 39 personas que se determinó fallecieron de causas naturales, dado que están conectados al trauma producida por la invasión rusa.
En ese sentido, se citó a una madre de 34 años que falleció de un infarto mientras buscaba cobijo en un sótano junto a sus tres hijos luego de una alarma anunciara un inminente bombardeo ruso. También el caso de una mujer mayor que murió pocos días después de que su hermana fuera asesinada por tropas rusas.
Una investigación larga y compleja
A los investigadores les llevó 4 meses reconstruir lo sucedido a lo largo de los 32 días que duró la ocupación rusa, una prueba del estado calamitoso en que encontraron la ciudad tras el retiro de las tropas enemigas.
Había cuerpos por todas partes. Tirados en las calles, arrojados en pozos, abandonados en el bosque. A eso hay que sumarle el hecho de que no había ni luz ni Internet cuando llegaron, por lo que las primeras documentaciones debieron hacerse a mano.
En el recuento final está incluido una bolsa que contiene restos humanos que se presume son de varias víctimas, y tal vez de soldados rusos. Las tropas rusas dejaron un tendal de cuerpos a la intemperie, pero también quemaron algunos, posiblemente con la intención de borrar los rastros de sus crímenes, o por razones de higiene.
En ese sentido, se recuperaron pilas de cenizas que fueron imposibles de identificar, aún con estudios de ADN.
Los muertos incluidos en este recuento son prácticamente todos civiles. Los cuerpos de los soldados ucranianos fueron entregados a las autoridades, mientras que los 3 cuerpos de soldados rusos fueron repatriados.
Del total de víctimas, había 366 hombres y 86 mujeres, además de otros cinco a los cuales no se pudo identificar. Había 9 menos de 18 años.
Bucha, escenario del horror
Se estima que de la población de 39 mil personas que había en Bucha previo a la guerra, sólo quedaban 4000 al momento en que las tropas rusas entraron a la ciudad el 27 de febrero. La intención era afincarse ahí con la intención de lanzar un asalto a Kiev, la capital ubicada a 32 kilómetros de distancia.
Según le comentó el padre Andriy Halavin a The Washington Post, los que se quedaron eran en su mayoría personas mayores a las que se dificultaba huir velozmente de la ciudad. Según el registro oficial, la gran mayoría de las víctimas eran efectivamente adultos mayores.
Ucrania acusa a Rusia de haber cometido más de 27 mil crímenes de guerra en el país. Según un documento de la Fiscalía General de Ucrania que citan agencias locales, 26.190 delitos se relacionan con violaciones a las leyes y usos de la guerra.
Por otro lado, 73 sucesos tiene que ver con la planificación, preparación o inicio y desarrollo de agresiones durante la guerra, mientras que otros 28 son considerados propaganda de guerra no ajustada a los convenios internacionales.
Bucha es el exponente más visceral de las atrocidades rusas: sus 458 civiles muertos representan casi un tercio de las 1300 víctimas producidas en las ciudades que fueron brevemente ocupadas por los rusos en los alrededores de Kiev.
La vicealcaldesa Skoryk-Shkarivska afirmó que los investigadores seguirán intentando identificar a todas las víctimas. Aclaró, no obstante, que si ese proceso se prolonga, la ciudad oficiará una ceremonia de entierro para cada uno de los muertos que no se han podido identificar
Con información de AFP y WP
