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Es lo que es

Autoestima y ego, por Rafael Egáñez Anderson

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El conundrum alrededor de una autoestima saludable es la importancia que tiene como herramienta en el logro del éxito, pero el éxito también puede ser una fuente de apoyo para mantener una autoestima saludable.

Si una persona tiene una autoestima saludable, es más probable que vea el fracaso como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento en lugar de permitir que el fracaso le afecte negativamente.

Si una persona tiene una autoestima baja, es posible que se sienta abrumada por el fracaso y se culpe a sí misma por ello. La culpa pesa enormemente y sirve de “pala” perfecta para cavar el hueco de la autodestrucción.

Cuánto pensamiento echamos alrededor de algún proceso fracasado evadiendo aceptar la falta de amor propio? culpamos al miedo, al desconocimiento técnico alrededor de una actividad, a la edad, a la falta de networking, al desamor, al clima, a la economía pero no a lo que realmente debemos enfocar el análisis, a nosotros mismos, a la autoestima.

El ego se refiere a la parte de la personalidad que se ocupa de la autoimagen y la autoestima, pero también se enfoca en el sentido de identidad y el control del ambiente. Un ego des-balanceado invierte mucha energía en controlar el ambiente y así, no dejarnos ver las grietas de nuestra propia e inventada imperfección.

Considerado como el «yo» consciente, el ego se enfoca en la imagen que queremos presentar al mundo y cómo queremos que nos vean los demás.

Sentimos que tenemos un ego saludable cuando nos ayuda a sentirnos seguros y confiados, pero también puede ser problemático cuando se vuelve excesivamente inflado o cuando se enfoca demasiado en las necesidades y deseos propios, a expensas de los demás.

Exito y fracaso son una misma cosa; al cambiar una de ellas aunque sea en un grado, define aquello que nos ayuda o nos afecta. Para liquidar el fracaso y lo que produce en nosotros, debemos polarizarnos hacia el otro extremo, ósea, hacia el éxito; buscar sentirnos exitosos.

El éxito en una tarea o proyecto puede proporcionar una sensación de logro, lo que puede ayudar a aumentar la confianza en uno mismo y la autoestima. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el éxito no debe ser la única fuente de autoestima de una persona, ya que esto puede conducir a una autoestima frágil que se basa únicamente en los resultados externos y la validación de los demás.

Todo es un balance.

Dependerá de la forma en que una persona maneje el fracaso en cómo se relacionara ello con su autoestima. Una autoestima saludable ayudara a que una persona se recupere del fracaso de manera efectiva, mientras que una autoestima baja puede hacer que el fracaso sea más difícil de manejar.

Cuando la vida gira alrededor de un proceso que lleva a la desvalorización de la individualidad, puede ser útil centrarse en las fortalezas y habilidades; buscar apoyo en amigos, familiares o profesionales que den soporte para recuperar la confianza en sí mismo y en el sentido de valor personal o alta estima.

Es importante recordar que el fracaso no te define y que no debería tener un impacto negativo en tu autoestima a largo plazo. Colócate en la fila de los que “si pueden”, cambia aquello en ti que te limite observar tu radianza y no tengas miedo de brillar.

Has que los demás usen lentes de sol al verte; inténtalo y verás como aumentar tu estima hará de ti un exitoso emprendedor en todo aquello que te propongas. No olvides que equivocarse amplia tu conciencia de logro.

Al final, ¡tú eres tu propia herramienta de éxito!

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