Vía REL
El avance de la cultura woke y la cancelación parece imparable y son cada vez más las víctimas que deja a su paso. Una de las más destacadas fue Jordan Peterson, uno de los primeros azotes de esta doctrina, que a principios de 2022 se vio obligado a anunciar su dimisión como profesor de la Universidad de Toronto. Entre otras razones, alegaba las dificultades que enfrentan sus alumnos para acceder al mercado laboral simplemente por ser eso, alumnos suyos.
Lejos de ser el único, lo woke amenaza a todo -libros, marcas, estatuas, monumentos, dibujos, países…- y todos los que no se pliegan ante su discurso. Junto con Peterson, se podrían mencionar otras víctimas fallecidas hace siglos -Junípero Serra-, escritores -Enid Blyton (Los cinco) o Roald Dahl (Charlie y la fábrica de chocolate)- abogados -Irene Aguiar- o películas (Predator). Por poner solo algunos ejemplos. De hecho, existen hasta listas negras de acoso, como esta que afecta a 40.000 personas en Twitter.
Hace unos años, con la eclosión del acoso woke, no eran muchos los que decidían enfrentar las acusaciones sin sentido pero devastadoras para su carrera. Sin embargo, cada vez son más los que animan a combatir esta doctrina.
A continuación te mostramos los consejos de 8 expertos anti woke para hacer frente a esta ideología:
1º Jordan Peterson: antes la muerte que la autocensura
En su intervención en el podcast de Glenn Beck, el psicólogo y escritor canadiense alentó a las víctimas de la cancelación a no callar ni ocultar su forma de pensar. «La alternativa, permanecer en silencio cuando tienes algo que decir, es peor», comentó. «No sabes exactamente qué, pero tienes una sensación interna que te pide que digas algo. Tal vez estés descontento en el trabajo, te estás ahogando con tu propia bilis y te mueres por decir algo, pero no lo haces».
Para Peterson, esta actitud de callar ante las amenazas solo retrasará «una muerte por mil cortes» y solo tiene una solución: «Tener el debate aquí, ahora, sin esconder los problemas para más tarde cuando se conviertan en metástasis. Es mejor enfrentar lo necesario cuando aún es pequeño y tienes posibilidades de victoria».
2º Rémi Brague: los católicos deben coordinarse… y perdonar
Para el profesor emérito de Filosofía Medieval en la Sorbona y de Historia en Múnich, la coordinación entre católicos y asociaciones afines a nivel europeo es una estrategia fundamental frente a la cancelación. Una técnica que, a su juicio, «puede hacer más bien que mal» y que ya encuentra el ejemplo de su aplicación exitosa en organizaciones como One of Us.
El filósofo e historiador plantea además que «la condenación de aquello de lo que somos producto -nuestro país, nuestros padres o nuestro idioma- es una postura satánica«.
En este sentido, llamó a «dar la aprobación» a las buenas obras que nos han precedido y enderezar «la reversión» existente en el sacramento de la penitencia: «En nuestra cultura queremos que otros se confiesen y se arrepientan y sin embargo no hay absolución y no existe el perdón ni la esperanza», como sucede en la cultura de la cancelación. Por ello, el filósofo alienta a «recuperar nuestra capacidad para perdonar».
3º Jorge Soley: luchar contra el consenso de la mentira
En España, Cancelados es la organización pionera en enfrentar la cultura woke. Surge como iniciativa de la Asociación Católica de Propagandistas y recientemente ha publicado el Manual para comprender y resistir la cultura de la cancelación, escrito por Jorge Soley y que puedes adquirir aquí.
Tras un amplio recorrido por los grandes personajes y protagonistas de la historia que han sido cancelados desde el ascenso de la cultura woke, Soley alienta a «luchar contra el consenso de la mentira» que da forma a esta ideología.
Entre sus consejos, Soley llama a «no mentir, decir lo que uno ve» -por ejemplo, en casos como el movimiento trans- y atreverse a mirar sin orejeras ni filtros. «Necesitamos valientes que quiebren el consenso de mentiras sobre el que se asienta la cultura woke y que den pie a una dinámica de verdad liberadora», frente a un «totalitarismo que obliga al hombre a vivir una mentira institucionalizada», añade Soley.
4º Blanquer: ¡Cuidado! Podrías ser «wokeista» sin saberlo
La cultura de la cancelación, por su origen en el contexto estadounidense, llega a Europa con mutaciones que podrían hacerla difícil de identificar. Es el caso de Francia, donde el «wokeismo» es considerado un peligro para la cultura nacional al que debe hacerse frente desde el propio Estado.
Por ello, el ministro de educación Jean-Michel Blanquer ha lanzado el think tank Laboratorie de la Republique, una organización dedicada a definir y cuestionar la cultura de la cancelación como un sistema «que profundiza en las desigualdades que critica ofreciendo la apariencia de querer reducirlas».
De hecho, las investigaciones consultadas por el think tank permiten afirmar al ministro que esta ideología no es muy conocida entre los jóvenes franceses, «a los que se pretende condenar de antemano con discursos de victimismo». El problema de este desconocimiento del wokeismo es, según Blanquer, que cada vez más jóvenes son partidarios de esta ideología sin saberlo.
5º José Horacio Gómez: no dejarnos intimidar y proclamar el Evangelio
Para el presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, José Horacio Gómez, es indispensable hacer frente a la ideología woke con las enseñanzas del Evangelio.
«Es necesario que seamos mejores cristianos y desechemos venenos espirituales como el resentimiento y la envidia», mencionó en el último congreso Católicos y Vida Pública.
Para Gómez, la respuesta a la cultura de la cancelación debe ser «proclamar a Jesucristo audazmente y con creatividad, sin dejarnos intimidar«, ya que «el Evangelio sigue siendo la fuerza más poderosa de cambio social». La Iglesia, añade, «deplora una doble esclavitud, la de la mente y la del cuerpo, y se esfuerza por liberarnos de ambas».
6º Eric Zemmour: identifica y enfrenta sus variantes
Para el polemista y excandidato a la presidencia de Francia Eric Zemmour, abordar esta ideología es también un punto importante en su agenda política, y se ha referido a sus partidarios como «gente sin nivel que quiere censurar y matar a sus superiores para reemplazarlos«.
En una columna de opinión, Zemmour se mostró partidario de la necesidad de identificar las variantes locales de la ideología woke y que en Francia estaría representada por el islamo-gauchisme o islamoizquierdismo. «Sus activistas imponen el lenguaje en el espacio público«, explica en referencia a «palabras como lenguaje inclusivo, violencia policial, estigmatización, racializado, discriminación, patriarcado o privilegios blancos«, detalla el candidato a las elecciones.
En sus escritos e intervenciones, Zemmour llama a frenar una realidad que opera fundamentalmente «en todas las universidades francesas, concretamente en el ámbito de las humanidades, favorecida por la militancia de profesores y estudiantes y por la cobardía de muchos rectores universitarios».
7º Bock-Côté: retoma los principios que el wokeismo quiere aniquilar
Para el canadiense Mathieu Bock-Côté, parte fundamental de la estrategia contra la ola woke es «desvelar su estrategia de manipulación del lenguaje, que nos introduce en un mundo paralelo y trunca la relación con lo real».
Esta manipulación, además, «nos obliga a ir evolucionando según los dictados de ideólogos acusadores que consideran que quienes les plantan cara merecen el destierro social».
Para Bock-Côté «es imprescindible plantear una firma resistencia«, y esta no solo implica «contentarse con oponer a la ideología Woke una simple referencia al sentido común: ante este impulso ideológico violento, es preciso volver a los principios fundamentales sobre los que se apoya la civilización que quiere aniquilar«.
8º Bari Weiss: niégate a que tu mente sea colonizada
Una de las víctimas más destacadas de la ideología woke es, junto a Peterson, la experiodista del New York Times Bari Weiss. Tomó la decisión de dejar su puesto en 2020, después de que fuese víctima de una despiadada campaña de acoso al ser una de las 150 firmantes de un manifiesto que denunciaba «el auge de la intolerancia de la izquierda», junto con Chomsky o JK Rowling. Lo curioso es que Weiss era una de los iconos del sector más liberal e izquierdista del periódico.
Tras su salida del diario neoyorquino, Weiss se ha convertido en un nuevo azote de la cultura woke y remarca con frecuencia las cualidades necesarias para hacerle frente: «Niégate en rotundo a que tu mente sea colonizada, ser un ejemplo para los hijos y la comunidad o dejar un trabajo o compañías wokeistas antes de cambiarlas desde dentro son solo algunos de sus consejos».