A partir del lunes 18, la política de estímulos para la adquisición de carros eléctricos en Alemania toma una dirección inesperada, de retroceso, al eliminar los bonos y subsidios para la compra de autos eléctricos similares a aquellos que se entregan en España (como el MOVES III y otros descuentos).
La medida, un poco a contramano de las políticas ambientales de la Unión Europea, es resultado directo de una sentencia del Tribunal Constitucional Federal de ese país. Dicha sentencia declaró nulo el traspaso al Fondo para el Clima y la Transformación (KFT), de más de 60.000 millones de euros de un fondo creado para combatir los efectos de la pandemia de Covid 19, con los que la administración germana pensaba cubrir un déficit fiscal en los fondos destinados para cambiar la actual tecnología basada en combustibles contaminantes y promover sistemas más amigables con el ambiente, como los vehículos eléctricos.
La sentencia que afecta el plan MOVES alemán
Desde 2016, Alemania pagó alrededor de 10.000 millones de euros como parte de la política para financiar la compra de unos 2,1 millones de carros eléctricos. Estos aportes se hicieron en el marco de un programa para promover la electro movilidad y se pensaban mantener hasta 2027, o al menos hasta que empresas alemanas, como Volkswagen, pudieran sacar al mercado autos eléctricos “baratos” (por debajo de los 25.000 euros).
Ya este plan de estímulos había sufrido una disminución en sus aportes, que habían pasado de los 6.000 euros a 4.500, pero a partir de este lunes, 18 de diciembre, quedan eliminados por completo, debido a los ajustes presupuestarios que deberá hacer el Ministerio Federal de Economía y Protección del Clima.
Los recortes en el presupuesto destinado a la transformación ambiental se producen a causa de una decisión del Tribunal Constitucional Federal, que declaró inconstitucional los presupuestos aprobados para el 2024 por el gobierno alemán, por violar una ley que limita déficit y el endeudamiento.
Más apoyo para los vehículos que funcionan con diésel
Esta decisión del Tribunal Federal puede tener varias consecuencias importantes sobre el futuro de los carros eléctricos producidos en Alemania. Por un lado, retira el bono para la adquisición de unidades eléctricos europeos en un momento en que los vehículos chinos de este tipo están en plena expansión en el mercado europeo. Es lo que muchos consideran competencia desleal, pues opinan que estos carros están subsidiados de distintas formas por el gobierno chino.
Es también favorable para la empresa estadounidense Tesla, que planea el lanzamiento de un modelo más económico y que, con una planta en Berlín, también parece estar viviendo un buen momento entre los compradores alemanes. No son buenas noticias para Volkswagen, que no dispondrá de un coche eléctrico realmente económico hasta 2025.
Por otro lado, y esto es algo que tiene muy molestos a los ambientalistas alemanes, mientras la eliminación de este bono desestimula la adquisición de vehículos eléctricos germanos, el gobierno de este país sigue manteniendo las ventajas fiscales para los vehículos que funcionan con diésel y que se construyen en ese país. Por ello, hay quien considera que la eliminación del bono ambiental, el aporte que se daba para la compra de carros eléctricos, podría beneficiar de forma indirecta a las unidades de diésel.
¿Una situación parecida podría plantearse en España?
No necesariamente ocurrirá esto en España con los nuevos motores. El plan de ayudas para la movilidad eléctrica MOVES III estaba diseñado para concluir este diciembre, pero ha sido prorrogado hasta el 31 de julio de 2024, o hasta que se acaben los fondos destinados para este programa. Dado que España es uno de los países que va más rezagado en cuanto al número de autos eléctricos que se encuentran en circulación, es improbable que las ayudas para estimular la electro movilidad se eliminen a corto plazo.