Las vitaminas son esenciales para el correcto funcionamiento del organismo, Algunas ayudan a mejorar la circulación de la sangre, aportan nutrientes al cerebro, los huesos, y previenen hasta las várices.
Precisamente, el poder mejorar la circulación en las piernas se ha convertido en unas de las búsquedas obligadas de millones de mujeres que a diario se quejan de los dolores que con solo caminar afectan sus pies, rodillas y piernas.
Lo que buscan dichas mujeres es mejorar la circulación y evitar a toda costa la llegada de las varices.
Algunas optan por realizar ejercicios y usar prendas de compresión que pueden ayudar a prevenir complicaciones relacionadas con las varices, pero los estudios han demostrado que algunas vitaminas pueden ayudar a prevenir su aparición.
Según el Centro de Enfermedades de Venas, las vitaminas B3, E, C y la K, pueden favorecer la circulación sanguínea en el cuerpo, ayudando a proteger los vasos sanguíneos, fortaleciéndolos y evitando problemas como la hinchazón e inflamación de las venas.
Alimentos que las contienen
La vitamina B3 es la que ayuda a fortalecer los vasos sanguíneos y aumenta el flujo sanguíneo. Se puede encontrar en alimentos como la remolacha, las lentejas o el pollo.
Además de fortalecer el sistema inmunológico, la vitamina C ayuda a evitar los coágulos de sangre. Por ello se recomienda consumir alimentos como naranjas, mandarinas, limón o el kiwi.
A esto se suma que la vitamina E es la que se encarga de ensanchar los vasos sanguíneos y evitar la formación de coágulos. Puede encontrarse en alimentos como el tomate, las almendras y las nueces.
Y por último está la vitamina K, que es la da una mayor oxigenación de las venas, los órganos y las arterias del cuerpo humano.
Esta vitamina, además de evitar que aparezcan las venas varicosas, evita otras enfermedades circulatorias. Para encontrarla se pueden consumir espinacas, lechuga, aceite de oliva, entre otras.