Que Kamala Harris es una gran responsabilidad para la administración de Biden en este momento de su mandato como vicepresidenta es algo que parece que incluso la propia Casa Blanca está reconociendo tácitamente, si los informes recientes que detallan los lugares alternativos a los que la llevarán en las próximas semanas son un indicador confiable.
Por: Red State / Traducción libre del inglés de Morfema Press
Las razones por las que se ha convertido en un obstáculo más que en una ayuda para esta administración se han documentado extensamente, entre las que se destaca su incapacidad para lograr un progreso significativo en la determinación de las «causas fundamentales» de la crisis de la frontera sur, una tarea que le encomendó el presidente Biden hace más de un año.
Pero hay otros, incluida su aparente incapacidad para sonar como si supiera de lo que está hablando cuando da un discurso o una entrevista, incluso cuando se encuentra en un escenario internacional, y las ocasiones en que habla con adultos en un extraño tono infantil que solo se eclipsa por el extraño tono de susurro que su jefe a veces adopta cuando habla con una multitud.
Desafortunadamente para Biden & Co., la incapacidad de Harris para recuperarse de manera efectiva para hacer su trabajo no se limita a lo que hace en público. Los informes se han arremolinado durante meses, provenientes de empleados actuales y anteriores, que han descrito cómo Harris es una jefa de equipo pésima y odiosamente mandona que espera que sus empleados hagan todo el trabajo sucio que requiere mucho tiempo mientras ella se lleva todo el crédito por ello. .
Además, también se ha informado que Harris es famosa por no prestar mucha atención a los detalles de la sesión informativa que su personal administrativo prepara para ella antes de que de conferencias, y cuando las cosas van mal, luego se da la vuelta y los culpa.
Por lo tanto, no debería sorprender a nadie que Harris, que ni siquiera es popular en su propio estado, haya tenido tasas de rotación notoriamente altas, incluso cuando fue fiscal general de California, senadora y luego candidata presidencial. La cantidad de asistentes que han renunciado en los últimos 12 meses ha sido bastante notable, especialmente cuando uno considera cuántos de ellos han sido miembros de alto nivel de su personal, personas que uno pensaría que serían leales hasta el final pero que en cambio han estado demasiado ansiosos por pasar a pastos más verdes.
El último ejemplo es la jefa de personal de Harris, Tina Flournoy, de quien se anunció que dejará su cargo:
La jefa de gabinete de la vicepresidenta Kamala Harris, Tina Flournoy, dejará su puesto después de 15 meses, uniéndose a una lista creciente de asesores de Harris que renunciaron durante el último año.
Flournoy dirigió al equipo de Harris a través de un período turbulento marcado por las tensiones reportadas con el personal del ala oeste y las tareas desconcertantes que el presidente Biden le encomendó a su No. 2, como reducir la inmigración ilegal y aprobar reformas electorales federales.
“Tina ha sido una valiosa asesora y confidente para mí y una gran líder para la oficina”, dijo Harris en un comunicado.
“Desde el día 1, dirigió a nuestro equipo durante un primer año histórico a medida que avanzamos en la reconstrucción de nuestra economía aquí en casa y nuestras alianzas en todo el mundo. Tina es una servidora pública consumada y continuaré confiando en su consejo y amistad”.
La razón por la que Flournoy se está retirando no se hizo pública.
