La trama de hidrocarburos, por la que Víctor de Aldama y su socio Claudio Rivas han acabado en la cárcel, se valió de millonarios venezolanos afincados en Madrid para mover el dinero, que asciende a un fraude de más de 180 millones de euros. Se tratan de Henrique José Rodríguez Guillén, Diana Katherine Cortés y Alfredo Chirino. El primero de ellos es dueño de la firma Suelopetrol, que es de la socia estratégica de la empresa pública chavista Petróleos de Venezuela (PVDSA). Gracias a esta empresa se firmó el 1 de marzo de 2021 el contrato de arras del chalet en Andalucía que posteriormente disfrutaría el ex ministro José Luis Ábalos, según el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil aportado al sumario del caso Koldo.
Por: Irene Tabera – OK Diario
La compleja estructura societaria del millonario fraude de IVA, que se investiga en la Audiencia Nacional, alcanza lazos con el chavismo. El socio de Aldama, Claudio Rivas, quería una licencia para poder operar en el mercado de hidrocarburos sin IVA y le pidió a Aldama que mediara con sus contactos en el Gobierno socialista para que se le otorgara dicho permiso. Aldama tanteó al entonces ministro de Fomento, José Luis Ábalos, al que le prometió un chalet en la urbanización La Alcaidesa. Para pagar este regalo, Víctor de Aldama contactó con venezolanos radicados en lujosas viviendas del barrio de Salamanca de Madrid.
Según consta en el último informe policial aportado al sumario del caso Koldo, Aldama recurrió al venezolano Alfredo Chirino, un empresario ligado a la compraventa de oro y diamantes, así como al sector del petróleo. Éste a su vez puso a disposición de Aldama a dos venezolanos más: Henrique José Rodríguez Guillén y Kathy Cortés, que ejercía labores administrativas para Chirino y Enrique. Piedad, la secretaria de Aldama, encontró el inmueble y Henrique José Rodríguez pagó 6.000 euros por el contrato de arras, pero semanas más tarde acabó saliéndose de la operación.
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