Por Benjamín Tripier
Y en cuanto a nosotros, en Venezuela, los que vienen en el gobierno de Trump tienen mejores intenciones, las cuales habrá que ver si se concretan cuando asuman el gobierno… porque antes de asumir, el micrófono y las redes aguantan todo, pero después, una vez que están a bordo, habrá que ver cuánto pueden cumplir
Bueno, ya se acabó la etapa Biden, habiendo llegado bajo su mandato al punto más a la izquierda que un gobierno de EE UU había alcanzado en el pasado… realmente fue como si el que hubiera ganado esa elección hubiera sido Bernie Sanders. Pero no… fueron Biden y Kamala.
El partido Demócrata es un partido político estadounidense socio liberal con importantes facciones progresistas y socialdemócratas… que incluyen al movimiento woke, a los LGTBI+, indigenistas, black lives matter, abortistas y cuanta minoría desarraigada había en EE UU o sea que son la izquierda de EE UU.
Son socialistas que aceptan la democracia, pero son estatistas, intervencionistas, y sostienen la idea de que hay que quitarles a los ricos para dárselo a los pobres, sin que remotamente se les ocurra pensar en cómo sacar a la gente de la pobreza. El ciclo típico es que los republicanos generan riqueza, para que los demócratas se la gasten… y eso se nota con claridad en la alternancia en las victorias electorales.
Y posiblemente los venezolanos fuimos los únicos en notarlo de una manera tan directa, porque tuvimos que sufrirlos y porque veíamos como los demócratas de Biden-Kamala se enredaban en pactos espurios que favorecieron a que el pueblo de Venezuela siguiera sufriendo en una revolución sin sentido que nos hundió cada vez más profundamente… y aún sigue haciéndolo.
Y ellos, los americanos, que siempre tuvieron, tienen y seguirán teniendo (“para siempre” luce como mucho, pero por ahí andan las cosas) durante mucho tiempo más, el poder para que hagamos o dejemos de hacer cosas, deberían asumir la cuota de responsabilidad que les corresponde en el desastre al que hemos llegado conviviendo permisivamente con el chavismo.
Uno podría caer en la tentación de creer que lo hicieron por inocentes… que el chavismo fue más inteligente que ellos, y que por eso se dejaron atrapar en esa red de promesas e intenciones que sirvieron para que florecieran los oscuros negocios de los políticos, los funcionarios, los militares, los empresarios y los analistas aduladores… Y que de tanto en tanto “descubrían” y sancionaban… uno a uno, y solo cuando a algún grupo interno de los gringos les convenía.
Claro que, para ser lo más justos posible, eso ocurrió principalmente bajo la administración de Biden y el inefable Juan González en la Casa Blanca, cómplice necesario del chavismo para que se llegara a estos extremos de salvajismo, tortura y muerte.
Bueno, ya se acabó la etapa Biden, habiendo llegado bajo su mandato al punto más a la izquierda que un gobierno de EE UU había alcanzado en el pasado… realmente fue como si el que hubiera ganado esa elección hubiera sido Bernie Sanders. Pero no… fueron Biden y Kamala.
El partido Demócrata es un partido político estadounidense socio liberal con importantes facciones progresistas y socialdemócratas… que incluyen al movimiento woke, a los LGTBI+, indigenistas, black lives matter, abortistas y cuanta minoría desarraigada había en EE UU o sea que son la izquierda de EE UU.
Son socialistas que aceptan la democracia, pero son estatistas, intervencionistas, y sostienen la idea de que hay que quitarles a los ricos para dárselo a los pobres, sin que remotamente se les ocurra pensar en cómo sacar a la gente de la pobreza. El ciclo típico es que los republicanos generan riqueza, para que los demócratas se la gasten… y eso se nota con claridad en la alternancia en las victorias electorales.
Y posiblemente los venezolanos fuimos los únicos en notarlo de una manera tan directa, porque tuvimos que sufrirlos y porque veíamos como los demócratas de Biden-Kamala se enredaban en pactos espurios que favorecieron a que el pueblo de Venezuela siguiera sufriendo en una revolución sin sentido que nos hundió cada vez más profundamente… y aún sigue haciéndolo.
Y ellos, los americanos, que siempre tuvieron, tienen y seguirán teniendo (“para siempre” luce como mucho, pero por ahí andan las cosas) durante mucho tiempo más, el poder para que hagamos o dejemos de hacer cosas, deberían asumir la cuota de responsabilidad que les corresponde en el desastre al que hemos llegado conviviendo permisivamente con el chavismo.
Uno podría caer en la tentación de creer que lo hicieron por inocentes… que el chavismo fue más inteligente que ellos, y que por eso se dejaron atrapar en esa red de promesas e intenciones que sirvieron para que florecieran los oscuros negocios de los políticos, los funcionarios, los militares, los empresarios y los analistas aduladores… Y que de tanto en tanto “descubrían” y sancionaban… uno a uno, y solo cuando a algún grupo interno de los gringos les convenía.
Claro que, para ser lo más justos posible, eso ocurrió principalmente bajo la administración de Biden y el inefable Juan González en la Casa Blanca, cómplice necesario del chavismo para que se llegara a estos extremos de salvajismo, tortura y muerte.
Recomendación
- Al gobierno: que ponga el ojo en Pdvsa porque en la etapa de nuevas sanciones que se viene, se creará una burbuja de mayor opacidad que será aprovechada para profundizar la corrupción/ “raspado de olla”… así sea como una cacería interna de brujas, pero que intenten detener la sangría de recursos que se viene. Más que nada porque los recursos serán pocos y no alcanzarán para todo… o para todos.
- A la dirigencia opositora: que, siga marcando la pauta y mantenga el contacto cercano con las bases, con mensajes realistas, para no crear falsas expectativas. La presencia de Edmundo González en la toma de posesión de Trump es un mensaje positivo y alentador, aunque aún faltan acciones concretas que no sean solo amenazas, sino que se conviertan en reportes de lo que ya ocurrió… las declaraciones solas ya no sirven… estamos en la hora de concretar.
- A la dirigencia empresarial: que se manifieste en favor de Noel Álvarez y su desaparición forzada, y de la orden de captura contra José Rincón, ambos empresarios venezolanos relevantes. No olviden que el silencio que hacen en estos casos, se les volverá en contra cuando los busquen a ellos… lo cual seguramente ocurrirá antes de que lo esperen. Cada uno de los actuales está en la lista de alguno de los grupos que manejan el poder… si son amigos evidentes de un grupo, seguro que son percibidos como enemigos del otro.