El cuarto experimento kirchnerista duplicó la inflación del Gobierno anterior en 37 meses de gestión. El ministro de Industria y Desarrollo Productivo culpó a la gente por la escalada inflacionaria, y el Presidente denuncia que está “autoconstruida” en el imaginario popular.
El último informe del INDEC determinó que el IPC tuvo un aumento del 6% en enero de 2023, y de esta manera la inflación interanual escaló al 98,8%, la más alta desde octubre de 1991. Los precios acumularon un incremento del 324,4% en lo que va de la presidencia de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, marcando un contundente fracaso de los controles y las “políticas de ingresos” implementadas desde 2019.
El cuarto experimento kirchnerista obtuvo resultados aún peores a los que registró el Gobierno de Mauricio Macri. Los precios acumularon un salto del 296% en los primeros 37 meses de gestión de la administración anterior, frente al 324,4% del actual Gobierno. Se descuenta, casi como un hecho, que la inflación acumulada en los 4 años de Alberto Fernández superará cómodamente a los 4 años precedentes.
La inflación mensual del mes de enero sirvió como una severa advertencia para el equipo económico de Massa, anticipando que la meta de 3% de inflación para abril no está ni cerca de poder concretarse en la realidad. El programa Precios Justos provocó importantes episodios de desabastecimiento en las góndolas de los supermercados, pero el efecto sobre el IPC no fue significativo.
El ministro de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio De Mendiguren, no tuvo resquemor en culpar a la gente por la inflación, y de esa manera desligando de cualquier responsabilidad al Gobierno nacional.
“La gente compra igual a pesar de los precios, y eso no ayuda”, anunció De Mendiguren en un acto desesperado por justificar la inflación.
El Ministro confunde los cambios de precios relativos y de demanda, con la inflación propiamente dicha. En un contexto inflacionario la demanda nominal de todos los bienes y servicios aumenta generalizadamente, no solo en un rubro en particular.
José Ignacio De Mendiguren, ministro de Industria y Desarrollo Productivo.
La gente compra “a pesar de los precios” porque su capacidad meramente nominal es cada vez mayor, de la misma manera en que los precios son cada vez más altos en consecuencia. La idea de “pasar” de un precio a otro buscando mejores alternativas no es factible para bajar la inflación, porque ocurre que la demanda nominal aumenta en todas partes y al mismo tiempo.
El presidente Fernández llevó las cosas incluso más lejos, y aseguró que la inflación está “en la cabeza de la gente”, y es autoconstruida. El Presidente se refirió a las expectativas de inflación, pero no comprendió que son las propias políticas del Gobierno las que conducen a la fuga del peso y la busca de nuevas formas para proteger el ahorro (por ejemplo el dólar).
