Emmanuel Macron inicia este fin de semana su gira por Latinoamérica. El 16 y 17 de noviembre, el presidente francés visita Argentina, antes de asistir a la cumbre del G20 en Brasil y concluir su viaje en Chile.
Emmanuel Macron se encuentra este fin de semana en Argentina para reunirse con el presidente ultraliberal Javier Milei, admirador de Donald Trump, con la esperanza de «reconectarle» con el «consenso internacional» en vísperas de la cumbre del G20 en Brasil. El jefe de Estado francés fue invitado a una cena a solas por su homólogo argentino. El 17 de noviembre está previsto otro encuentro.
Se trata de un momento especial. Javier Milei acaba de regresar de Mar-a-Lago (Florida), donde se reunió con el Presidente electo de Estados Unidos. Los dos hombres tienen en común una política de claros recortes del gasto público, que Donald Trump quiere aplicar cuando vuelva a la Casa Blanca en enero y que el argentino, que se define como «anarcocapitalista», practica desde que llegó al poder hace once meses. Además, ambos están dispuestos a dar la espalda a los grandes acuerdos y objetivos multilaterales sobre el clima.
Volver a situar a Argentina en el «consenso internacional»
En este contexto, Emmanuel Macron espera «superar» sus «diferencias», en particular en materia de medio ambiente, para «convencer a Argentina de que siga participando en el consenso internacional», explica el Elíseo. Y, por tanto, «conectar al presidente Milei con las prioridades del G20», al que asistirán los días 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro.
Argentina acaba de retirar a su delegación de las negociaciones climáticas de la COP29 de Bakú, y se especula con su posible retirada del Acuerdo del Clima de París. Una medida que el propio Donald Trump tomó durante su primer mandato.
«Fue el propio presidente Milei quien tendió la mano» a Francia, se argumenta en París. También se sostiene que Emmanuel Macron es uno de los únicos mandatarios extranjeros que ha sido recibido en Buenos Aires desde la elección de su homólogo y que, con su experiencia en los círculos internacionales, puede influir en el presidente Milei, cuya primera cumbre del G20 será precisamente ésta.
Mercosur en la mesa de discusiones
Al Presidente francés le gusta demostrar su capacidad de diálogo con interlocutores controvertidos o incluso que han caído en el ostracismo. Aunque sea mostrando cierta cercanía, sin negar las diferencias, aunque los resultados de este acercamiento hayan sido hasta ahora dispares. Emmanuel Macron explicará a los países del Mercosur, incluidos Argentina y Brasil, por qué se opone a la firma de un acuerdo de libre comercio entre este bloque regional y la Unión Europea.
Aunque las reformas que se están llevando a cabo para devolver el equilibrio presupuestario a Buenos Aires e intentar salir de una profunda crisis económica son muy controvertidas, Francia se muestra más bien elogiosa, juzgando que «van en la buena dirección». París también pretende profundizar en las relaciones económicas, en particular en el ámbito de los metales críticos, ya que Eramet acaba de inaugurar una mina de litio en Argentina.
París quiere venderle submarinos a Argentina
Según el Elíseo, el objetivo de la visita a Argentina es profundizar la cooperación en sectores estratégicos. El primero de ellos es la marina, donde Buenos Aires quiere adquirir tres submarinos franceses, pero el acuerdo está estancado por problemas de financiación.
Desde la trágica desaparición en el mar del submarino San Juan, hace exactamente siete años, y la cancelación de la modernización del submarino Santa Cruz, la marina argentina ya no dispone de una flota submarina. Se trata de una situación preocupante para una nación con una zona económica exclusiva de más de un millón de km². Por ello, Argentina quiere recuperar cuanto antes su capacidad en aguas profundas.
Obstáculo financiero
Hay dos fabricantes en competición: la firma alemana TKMS y la francesa Naval Group. La oferta francesa por los submarinos diésel-eléctricos Scorpène de Naval Group, los más vendidos, parece esta ser la mas firme. Se rumorea que podría firmarse una promesa por tres buques. El contrato está valorado en 1.800 millones de euros, y es en estas consideraciones financieras en las que se está estancando el acuerdo.
Aunque Francia está dispuesta a conceder condiciones de crédito favorables, los bancos no lo están. También hay escollos políticos y diplomáticos. Naval Group ha invertido en un astillero en Brasil para producir Scorpenes, pero las relaciones entre Argentina y Brasil no son muy estables. Financiación y producción: un «problema al cuadrado», como diría el Presidente francés.
RFI, AFP