Argentina acudirá este domingo a las urnas para celebrar unas elecciones legislativas que definirán el futuro político del país y servirán como termómetro del respaldo popular al presidente Javier Milei, cuyo proyecto ha devuelto la esperanza a millones de argentinos tras años de decadencia económica, corrupción y populismo peronista.
Después de décadas de gobiernos intervencionistas y de políticas que hundieron al país en la inflación y la pobreza, el presidente Milei afronta unos comicios que determinarán si podrá profundizar en las reformas estructurales destinadas a reducir el gasto público, liberar los mercados y devolver la soberanía económica a la nación.
Las encuestas colocan a La Libertad Avanza en primer lugar con más del 37% de intención de voto, por delante de Unión por la Patria, el bloque liderado por Cristina Fernández de Kirchner y el gobernador bonaerense Axel Kicillof, que intenta recuperar terreno con un discurso cada vez más agresivo contra el Gobierno nacional.
Kicillof, símbolo del viejo aparato peronista, ha recurrido a los ataques personales contra Milei, al que ha llegado a calificar de “estafa”. Sin embargo, sus palabras contrastan con la pérdida de apoyo de su espacio político, que carga con el peso de la corrupción, el endeudamiento y el empobrecimiento generalizado de los argentinos durante los años de kirchnerismo.
El presidente, por su parte, ha llamado a “cambiar el Congreso” para garantizar que las reformas de fondo salgan adelante y ha recordado que “esta elección definirá si Argentina avanza hacia la libertad o retrocede hacia el comunismo castro-chavista”. “Llegamos a estas elecciones de pie. El domingo va a cambiar en serio Argentina”, afirmó Milei durante el cierre de campaña.
El líder argentino ha reiterado que su gobierno, el primero de este signo en el mundo, representa una ruptura definitiva con el pasado. “Vamos a ganarles con toda la fuerza de la libertad”, dijo, insistiendo en que el objetivo es liberar al país de las ataduras estatistas que lo han lastrado durante décadas.
Actualmente están en juego la mitad de los escaños de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. El oficialismo, que cuenta hoy con 37 diputados y seis senadores, busca ampliar su representación para garantizar la continuidad del plan de transformación nacional.
En el plano internacional, el presidente Milei mantiene una estrecha relación con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha expresado públicamente su respaldo al gobierno argentino y su confianza en el rumbo que ha tomado el país. “El presidente de Argentina lo está haciendo lo mejor que puede. Le va a ir muy bien, y su país volverá a ser una potencia”, afirmó Trump, destacando a Milei como un “baluarte frente a la extrema izquierda”.
Estas elecciones se presentan, por tanto, como un punto de inflexión para Argentina: el momento de decidir entre volver al pasado o consolidar el cambio histórico que inició Milei hace menos de un año. Su proyecto, basado en la defensa de la libertad individual, el orden fiscal y la apertura económica, sigue despertando ilusión entre los ciudadanos que anhelan dejar atrás la era del populismo y la corrupción.
