Isabel Díaz Ayuso (Madrid, 17 de octubre de 1978) ha concedido a Vozpópuli la primera entrevista escrita en este inicio de curso político. La presidenta de la Comunidad de Madrid recibió a este medio antes de participar en la llamada Asamblea Nacional de Tabarnia, de la que ha sido nombrada presidenta en Madrid. Un acto al que la dirigente acudió «encantada», sobre todo teniendo en cuenta la división existente en el independentismo catalán a pocos días de celebrarse la Diada.
Por: Voz Pópuli
En unas jornadas, también, el gobierno regional que ella lidera presentará un recurso de inconstitucionalidad contra el plan de ahorro energético de Pedro Sánchez aprobado por decreto a principios de agosto. La madrileña fue la primera dirigente popular en rechazar el texto y desde el PSOE la acusaron de querer marcar el paso a Feijóo, como con sus declaraciones en Onda Cero sobre el aborto en chicas de 16 y 17 años.
Ayuso aprovechó la entrevista con este diario para explicar su posición respecto a la interrupción voluntaria del embarazo en menores de edad y reivindicar el «buen equipo» que hace con Alberto Núñez Feijóo. Pese a ello, afirma que no se ve de ministra con él en Moncloa. Sobre la crisis entre Génova y Sol vivida en la etapa de Pablo Casado, asegura que todo aquello ha quedado «tan atrás» que le cuesta recordar, aunque admite que no ha vuelto a hablar con el expresidente nacional del PP: «Es mejor que no».
Pregunta: De la entrevista de la semana pasada en Onda Cero, el principal titular que quedó fue su afirmación de que las chicas de 16 y 17 años podían abortar sin consentimiento de los padres. ¿La mantiene?
Respuesta: Mantengo esta afirmación si lo hacemos con los cinco puntos que expresé en la misma. Hay que tener en cuenta que es un debate muy complicado, muy complejo, que se trasladó a una entrevista de 37 minutos. Durante siete hablamos de lo mismo y, como digo, no se puede extraer un solo punto de todo ello. Yo creo, primero, que, como manifesté, el aborto no puede ser considerado un método anticonceptivo, que es lo que pretende la ministra Montero. Siempre he defendido que tiene que ser legal y seguro, pero poco frecuente. Hay que buscar que cada vez menos personas opten por el aborto porque no es el mejor camino. A mi no me lo ha parecido nunca, y nunca lo he defendido en ese aspecto. Después, estoy en contra de hacer listas negras de los médicos, porque el médico, precisamente, es un profesional que ha estudiado para prolongar la vida y la mayoría de ellos lo ha hecho bajo el juramento hipocrático de prolongarla. Estoy absolutamente en contra de imponer el aborto de esta manera, como también estamos viendo con las farmacias. Tenemos que buscar la política para que no se produzcan embarazos no deseados. Y, además, tenemos que ir a más educación sexual, porque hay que tener en cuenta que las enfermedades de transmisión se están multiplicando y lo estamos viendo, al igual que estos embarazos no deseados, que la inmensa mayoría de los casos se podrían evitar.
Por supuesto que la familia ha de participar de estas decisiones, tiene que estar enterada y tiene que tener la libertad para para tomar decisiones, pero también que una persona que decida no hacerlo, o hacerlo, tiene que ser respetada. Eso no quita para que a mí no me parezca el mejor camino, ni como se está proponiendo, ni como se está haciendo.
P: ¿Cree que el debate generado va a cambiar la posición del partido al respecto?
R: Yo creo que si mantenemos los cinco puntos, prácticamente todo el mundo piensa más o menos lo mismo y por fortuna estamos hablando en el sentido de que no hay dos familias iguales, que no hay dos personas iguales, no hay dos situaciones iguales. Yo tengo claro lo que yo haría en mi caso, que es seguir adelante, pero no sé los casos de los demás. Entonces, lo que se está haciendo desde el Partido Popular, como siempre, es tomar una posición racional que busca un consenso dentro de un debate que es imposible que lo genere.
P: ¿Va a abordar este debate en la convención ideológica del PP de Madrid?
R: Nosotros, sobre todo, de lo que queremos hablar es de temas de máxima urgencia. Vamos a encontrar cada vez a más familias españolas que no van a tener para comer y nos estamos metiendo en un debate energético que lleva otras cuestiones aparejadas. Hay mucho de lo que hablar y creo que eso es más urgente e importante. Todos los debates lo son, pero este es más urgente.
P: Su posición respecto al aborto ha generado también críticas en asociaciones provida y católicas. Usted seguró el verano pasado que la pandemia le había hecho «más creyente» después de haber perdido la fe. ¿Se puede ser creyente y defender el aborto libre a los 16 años?
R: Siempre he defendido las políticas a favor de la vida, a favor de la familia y sigo defendiendo que todo lo que tenemos que hacer es poner todos nuestros medios para que el aborto sea la última opción. No hay mayor política provida que no tener que llegar a embarazos no deseados, porque insisto, la mayoría se pueden evitar. Hay que hablarle a la juventud, que está muy abandonada, que hoy tiene unos problemas enormes de adicciones a las nuevas tecnologías, que están causando muchísimos problemas de bulimia, anorexia, problemas con las drogas… Se están produciendo estragos absolutos en muchos países donde se ha frivolizado el debate. Los jóvenes españoles tienen otros muchísimos problemas también que tenemos que abordar.
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