Vía 14ymedio
Como toda visita de alto nivel que se precie, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, cerró su visita a la Isla con un abrazo al general Raúl Castro.
Del encuentro apenas trascendieron unas breves imágenes en las que el ex mandatario cubano habla, sin dejar de estrechar la mano e intérprete mediante, con un silencioso ayatollah. Después, y ya acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amir Abdollahian, y su homólogo, Bruno Rodríguez, charlaron sentados en torno a una mesa.
Según la prensa oficial, Castro agradeció «el apoyo del Gobierno de Irán en la lucha de Cuba contra el injusto bloqueo económico, comercial y financiero (…) al tiempo que resaltó que ambas naciones han sabido defender su independencia y soberanía».
No se sabe, en cambio, qué transmitió la otra parte, pero la prensa internacional ha resaltado la diferencia principal que ha marcado la presencia de Raisi en Cuba frente a la que realizó en sus paradas latinoamericanas previas en Venezuela y Nicaragua. A la Isla fue a firmar.
Aunque el iraní suscribió en Caracas hasta 25 acuerdos con el Gobierno de Maduro, las declaraciones contra EE UU marcaron la visita. Lo mismo ocurrió en Managua, donde ni siquiera hubo memorandos, pactos ni papeles que mirar, sino apenas una declaración de intenciones para «incrementar y profundizar las relaciones en todas las áreas».