En Venezuela, desde hace años, ocurren desapariciones forzadas, cuando los cuerpos del Estado, como la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) o el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), han detenido a civiles o militares, los incomunican, les niegan a los familiares que los tienen tras las rejas, a muchos los torturan físicamente, les amenazan a sus niños o padres, y cuando finalmente los presentan los obligan a que sea con un defensor público, que como funcionario al fin, solo cumple órdenes de un superior. Acaba de suceder con la presidente de la ONG Control Ciudadano, Rocío del Carmen San Miguel Sosa, quien estuvo más de 100 horas en manos de los funcionarios de la DGCIM antes de ser presentada ante un Tribunal de Terrorismo. Y también está ocurriendo con el ingeniero Carlos Salazar Lárez, quien desapareció luego de hacer viral un video del comerciante colombiano Alex Naín Saab Morán en la isla de Margarita.
Por: Sebastiana Barráez – Infobae
Aunque el caso de San Miguel Sosa acapara la corriente de opinión política y de la sociedad civil, no es menos cierto que lo sucedido con Salazar Lárez toma carácter más grave aún, porque desapareció el 5 de febrero, cuando un grupo de hombres se lo llevó, después de criticar la presencia de Saab Morán, a quien se le ve en un local comercial con dos jóvenes.
Alex Saab fue dejado en libertad por Estados Unidos, recibido en el Palacio de Miraflores por Nicolás Maduro Moros, quien posteriormente lo nombró presidente del Centro Internacional de Inversiones Productivas (CIIP). En el video, publicado por Salazar, se ve a Saab en la isla de Margarita, lugar que ha sido, desde hace unos años, el centro de la vida activa de grupos árabes, rusos e iraníes.
El Ministerio Público ni siquiera ha mencionado el caso del ingeniero Salazar, quien fue empleado de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa). El fiscal Saab Halabi tuvo tiempo, incluso en el pronunciamiento que hizo ayer miércoles, para hablar de los muertos de Gaza transmitiendo un video, cuidándose de no mencionar las muertes ocurridas en Israel, con el mismo relativismo que asume la desaparición forzada.
Familia del ingeniero abrió una cuenta en la red Instagram, @salazarlarez9191, donde han estado solicitando información sobre Carlos Salazar. “Por favor, necesitamos que se haga eco de esta causa injusta, esta angustia como familiares que estamos viviendo, por derecho necesitamos saber de su paradero de su integridad física. Tío no estás solo, estamos dando lucha para saber de ti, no estás solo”, dicen los mensajes de una sobrina.
Ellos dijeron que el 5 de febrero de 2024, a Salazar lo capturan en Punta de Piedras, municipio Tubores, estado Nueva Esparta. “Se lo llevó un grupo vestido de negro con su carro Mazda 6 color gris plata. No sabemos de su paradero, desde ese día, no lo han formalizado ni ha tenido su proceso como el debido derecho, para saber por qué se le imputa”.
Agregaron que ese lunes, entre 4 y 5 de la tarde (16-17 horas), en la calle El Módulo vía Las Mercedes, en punta de Piedras, un grupo de hombres vestidos de negro, se lo llevó. Desde entonces, han acudido a instancias legales, tales como la Policía estadal y nacional, comandos militares, Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), Comando Nacional Antisecuestro y Extorsión (Conas), así como a la Fiscalía 12 del Ministerio Público, “y no logramos dar con su paradero. Como familia queremos respuesta de su integridad física”.
Alegan que la causa de su desaparición fue el video que grabó en un centro comercial de la Isla de Margarita, cuando Alex Saab se encontraba en ese lugar. El ingeniero expresó su descontento contra el Gobierno venezolano a la vez que criticaba al colombiano devenido en diplomático por el régimen venezolano, a quien Estados Unidos liberó y entregó a Venezuela, en el marco de un supuesto canje de presos políticos y varios estadounidenses; dos de esos liberados fueron un mes después condenados por un tribunal del fronterizo estado Apure.