El presidente Donald Trump firmó este sábado la orden para imponer arancelesa México, Canadá y China, y puso fin a las semanas de temor y expectativa por una definición oficial. Para ello, el mandatario se basó en las facultades de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, que invocó poco antes.
Así, desde el próximo martes, los productos canadienses y mexicanos se verán alcanzados por una tasa del 25 por ciento, mientras que el petróleo y el gas de Ottawa, y los productos del gigante asiático, por un 10 por ciento.
En el caso de China, indicó la Casa Blanca, se trata de un adicional a los aranceles ya vigentes sobre sus exportaciones hacia Estados Unidos.
También, la orden prevé la cancelación de la exención arancelaria “de minimis” con Canadá, para envíos inferiores a los USD 800, y contempla un mecanismo para aumentar los aranceles en caso de que cualquiera de los tres países tome represalias contra Estados Unidos.
La medida, explicaron desde el Gobierno, regirá hasta que las naciones cooperen con Estados Unidos en su lucha contra el tráfico de drogas y la inmigración, dos temas principales en su agenda.
“El anuncio arancelario de hoy es necesario para responsabilizar a China, México y Canadá de sus promesas de detener el flujo de drogas venenosas hacia Estados Unidos”, indicó la Administración Trump en un comunicado, en el que denunció que “los cárteles mexicanos son los principales traficantes de fentanilo, metanfetamina y otras drogas en el mundo, y tienen una alianza con el Gobierno mexicano, lo que pone en peligro la seguridad nacional y la seguridad pública de los Estados Unidos”.
Asimismo, en el escrito, acusó a Canadá de ser cómplice del “crecimiento de la producción del fentanilo en su territorio”, con cantidades suficientes para “matar a 9,8 millones de estadounidenses”, así como de “alcanzar nuevos máximos históricos de cruces fronterizos ilegales cada año durante los últimos cuatro años fiscales”, bajo la gestión de Joe Biden.
En el caso de Beijing, Estados Unidos señaló a Xi Jinping por desempeñar “un papel central en la crisis del fentanilo que está destruyendo vidas estadounidenses” y por “subvencionar a las empresas químicas para que exporten” esta droga.
“China no solo no logra frenar la fuente de drogas ilícitas, sino que ayuda colectivamente a este negocio”, sentenciaron funcionarios estadounidenses.
A la par, el Ejecutivo defendió la medida frente a las críticas de muchos analistas, que advirtieron que podrían desencadenarse un shock estanflacionario y volatilidad en los mercados, en consecuencia.
“Un estudio de 2024 sobre los efectos de los aranceles del presidente Trump durante su primera administración concluyó que ‘fortalecieron la economía estadounidense’ y ‘condujeron a una relocalización significativa’ en industrias como la manufacturera y la producción de acero”, explicaron.
De momento, no está claro cómo los países responderán al anuncio.
En el caso de Canadá, más temprano este sábado, el Gobierno de Justin Trudeau había confirmado la recepción de una notificación formal adelantando la noticia. En consecuencia, se espera que el Primer Ministro brinde una conferencia de prensa en la que dé a conocer las medidas “decididas” y “contundentes” que adelantó que preparó en el último tiempo.
“Nuestra nación se podría enfrentar a momentos difíciles (…) No sabemos exactamente cómo será, pero sí sé dos cosas: (…) estamos preparados para dar una respuesta, el Gobierno federal los respalda”, dijo la víspera con confianza, antes de sumar que su gabinete está preparado para enfrentar “cualquier escenario posible”.
A la espera de un anuncio desde el Gobierno, el primer ministro de Ontario, Doug Ford, manifestó su decepción de que “el presidente Trump haya decidido alejarse de una relación comercial que durante décadas ha mejorado la vida de millones de trabajadores en ambos lados de la frontera” y pidió “una respuesta fuerte y contundente que iguale los aranceles estadounidenses dólar por dólar”.
“Canadá tiene mucho de lo que Estados Unidos necesita. Necesitamos maximizar nuestros puntos de influencia y utilizarlos al máximo efecto. El gobierno federal también debe buscar todas las vías legales para desafiar estos aranceles injustos, injustificados e ilegales”, aseguró, a la par que se comprometió a hacer “todo lo que sea necesario para proteger a Ontario” y tomar “decisiones difíciles para hacer de la economía de Ontario el lugar más competitivo para invertir, crear empleos y hacer negocios”.
Por su parte, la Presidente mexicana, quien conversó con Trump semanas atrás, se mostró relajada en las últimas horas y aseguró que “la economía del país está fuerte”.
“Yo no tengo preocupación porque la economía de México está muy fuerte, muy sólida, y eso es gracias al pueblo trabajador (…) Este modelo de desarrollo económico es un modelo que apoya principalmente a la gente pobre y, a partir de ahí, crece y florece nuestra economía”, dijo Claudia Sheinbaum al respecto y abogó por “mantener el diálogo” con la contra parte.
No obstante, tras reunirse este viernes con su gabinete, aseguró tener “plan A, plan B y plan C” para afrontar la nueva situación, desde el martes.