El gobierno de Estados Unidos aumentó su presencia militar en el Caribe con el despliegue del crucero de misiles guiados USS Gettysburg (CG-64), perteneciente a la clase Ticonderoga, frente a las costas de Venezuela. El movimiento se produce en medio de crecientes tensiones regionales, mientras el presidente Donald Trump niega de forma categórica los rumores sobre un posible ataque contra el régimen de Nicolás Maduro.
El buque, que zarpó desde Norfolk, Virginia, el jueves, se suma al USS Lake Erie (CG-70), de la misma clase, de acuerdo con información publicada por The Washington Post. En paralelo, el USS Fort Lauderdale regresó a Florida, y se espera la inminente llegada al Caribe del portaaviones USS Gerald Ford, el más moderno y emblemático de la flota estadounidense.
Según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), con este refuerzo Estados Unidos dispondrá en la región de ocho buques de guerra —seis destructores, tres embarcaciones anfibias y un submarino—, constituyendo el mayor despliegue naval en América Latina desde la Guerra del Golfo.
“Este es el despliegue naval más grande en Latinoamérica en al menos veinticinco años, o incluso de los últimos cuarenta”, afirmó Mark Cancian, coronel retirado de la Infantería de Marina y analista del CSIS.
Los movimientos navales ocurren en medio de publicaciones de medios estadounidenses que aluden a supuestos planes de bombardear instalaciones en territorio venezolano. Consultado sobre esos reportes, Trump respondió desde el Air Force One:
“No, no son verdad”, enfatizó el mandatario.
En el plano político, la medida fue celebrada por congresistas republicanos de Florida.
“Venezuela será libre”, escribió la representante María Elvira Salazar, quien ironizó: “Maduro quería una Navidad adelantada, pero Halloween siempre llega primero”.
Trump reiteró además que su administración mantiene la lucha contra el narcotráfico en el Caribe y el Pacífico, donde las operaciones desde el 1 de septiembre han resultado en el hundimiento de quince lanchas y la muerte de más de cincuenta personas, con solo tres sobrevivientes.
El Comando Sur de Estados Unidos, responsable de las operaciones en América Latina y el Caribe, difundió en la red social X un video con imágenes de marines y aeronaves desplegadas en la región, acompañado del mensaje:
“Letales y listas. Así son las fuerzas militares estadounidenses desplegadas en apoyo a la misión del Comando Sur y a las prioridades del presidente Trump para interrumpir el tráfico ilícito y proteger el territorio nacional”.
El USS Gettysburg y la esperada llegada del USS Gerald Ford consolidan la mayor demostración de poder naval estadounidense frente a Venezuela en décadas, reforzando la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro en un contexto de creciente tensión hemisférica.


