El 2021 fue un año difícil. Muchas cosas pasaron y para los medios fueron 12 meses con demasiada información. Lastimosamente, por como están las cosas en el periodismo eso se traduce en toneladas de mentiras.
Por: Vanessa Vallejo – El American
Este artículo podría ser eterno. De hecho, me costó mucho elegir solo cinco mentiras, pero creo que con recordar estas, tendremos suficiente como para desconfiar durante los siguientes años de absolutamente todo lo que nos dicen los grandes medios.
El “complot” para que Biden ganara la presidencia
La revista TIME explícitamente le dio la razón al expresidente Donald Trump sobre el “complot” en su contra. A inicios de febrero del 2021 la revista publicó un reportaje titulado: La historia secreta de la campaña en la sombra que salvó las elecciones de 2020. En el texto hicieron públicos los detalles de un complot que presentaron como un acto heroico, gracias al cuál salvaron a Estados Unidos del terrible Trump.
“Una camarilla bien financiada de personas poderosas, que abarcan industrias e ideologías, que trabajan juntas detrás de escena para influir en las percepciones, cambiar las reglas y leyes, dirigir la cobertura de los medios y controlar el flujo de información”, publicó la revista TIME en aquella oportunidad.
El asunto es completamente sucio y escandaloso, TIME literalmente reveló que en secreto los poderosos de diferentes sectores se unieron para controlar la información y cambiar leyes para que ganara su candidato, Joe Biden. El descaro es tal que lo presentaron como un acto de heroísmo. Seguramente se trató de una jugada rápida para revelar la información ellos mismos antes de que otros lo hicieran, de modo que pudieran imponer la narrativa de que fue un acto loable y por el bien del país.
La conspiración de la que se quejaban muchos conservadores no fue un sueño paranoico sino una realidad que terminó poniendo en el poder a la izquierda.
“Consiguieron que los estados cambiaran los sistemas de votación y las leyes. Ayudaron a asegurar cientos de millones en fondos públicos y privados. Se defendieron de las demandas por supresión de votantes, reclutaron ejércitos de trabajadores electorales y consiguieron que millones de personas votaran por correo por primera vez”, reveló el reportaje.
También reconocieron el papel de las Big Tech y cómo censuraban lo que no le convenía a Biden mientras promocionaban aquello que pudiera perjudicar a Trump. “Presionaron con éxito a las empresas de redes sociales para que adoptaran una línea más dura contra la desinformación y utilizaron estrategias basadas en datos para combatir las difamaciones virales”,señala TIME.
Afirmaron también que “en noviembre de 2019, Mark Zuckerberg invitó a nueve líderes de derechos civiles a cenar en su casa, donde les advirtieron sobre el peligro de las falsedades relacionadas con las elecciones, que ya se estaban extendiendo sin control”.
Así como a un complot para modificar leyes de votación lo tildaron de plan para salvar al país, a la censura de aquello que no les convenía lo tildaron de control de falsedades.
La gran mente detrás de la conspiración, Michael Podhorzer –director político de la AFL-CIO, la federación de sindicatos más grande de los Estados Unidos– mantuvo reuniones “con su red de contactos en todo el universo progresista”: el movimiento sindical; la izquierda institucional, instituciones como Planned Parenthood y Greenpeace; grupos de resistencia como Indivisible y MoveOn; organizadores a nivel estatal y otros. Sus esfuerzos tuvieron tal efecto, señala la revista, que “a medida que avanzaba el 2020, se extendió al Congreso, Silicon Valley y los poderes públicos de la nación”.
TIME también reveló que “para asegurar el voto” se necesitaban recursos, por lo que “en marzo los activistas pidieron al Congreso que enviara el dinero de ayuda de Covid a la administración electoral”.
“Dirigidos por la Conferencia de Liderazgo en Derechos Civiles y Humanos, más de 150 organizaciones firmaron una carta a cada miembro del Congreso en busca de $ 2 mil millones en fondos electorales. Tuvo algo de éxito: la Ley CARES, aprobada más tarde ese mes, contenía $ 400 millones en subvenciones para los administradores electorales estatales”, reveló TIME.
Durante meses las redes sociales negaron estar censurando gente por sus ideas conservadoras; los apresurados cambios de leyes para ampliar el voto por correo fueron presentados como simple interés por defender derechos; dijeron que Trump estaba loco cuando asegurada que poderosos de diferentes sectores hacían planes para derrotarlo. Meses después, TIME reveló el complot, pero nuevamente se burló de los americanos presentándolo todo como una loable estrategia. Como si los americanos fueran tontos, como si no tuvieran derecho a la información y a elegir a su presidente.
En su artículo, El American reseña también: La crisis migratoria que no se cubrió; La “teoría conspirativa” de la fuga de laboratorio; La ira de los medios contra el exitoso Gobernador DeSantis y Las mentiras en el caso Kyle Rittenhouse.
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