Un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil podría marcar el fin político de Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno de España, al destapar una presunta red de corrupción vinculada a contratos públicos por más de 400 millones de euros.
Según revelaciones de la periodista Isabel Durán, el esquema involucra a altos cargos del PSOE, como José Luis Ábalos y Santos Cerdán, y apunta a La Moncloa como el epicentro de las decisiones. Con audios, correos y testimonios explosivos en manos de la justicia, el caso amenaza con colapsar el Ejecutivo si se confirman las acusaciones.
El informe, entregado hoy al Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional, detalla pagos de comisiones a exfuncionarios como Koldo García, asesor de Ábalos, quien habría recibido 10.000 euros mensuales en efectivo incluso tras dejar su cargo. Frases como «De esos 620.000 € que me debéis, quedan 450.000 € por abonar» y «Esto no se movía sin que arriba dieran luz verde» –donde «arriba» se interpreta como La Moncloa– sugieren la complicidad de Sánchez o su círculo íntimo. La oposición ya exige su dimisión, mientras el escándalo crece minuto a minuto.
Una Red de Corrupción con Raíces Profundas
La investigación apunta a un sistema estructurado de adjudicaciones amañadas a favor de empresas como ACCIONA, LIC y OPR, con delitos que incluyen cohecho, tráfico de influencias, malversación, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. Según el informe, el reparto territorial de obras –con proyectos en Murcia, Logroño, Sevilla y Sant Feliú– estaba controlado por responsables designados dentro del PSOE. Santos Cerdán, número tres del partido, es señalado como gestor de pagos, mientras Víctor de Aldama, empresario clave, habría entregado 15.000 euros en efectivo a Cerdán y financiado la red con sumas regulares.
Las pruebas incluyen ocho grabaciones de Koldo García entre 2019 y 2023, donde conversa con Ábalos y Cerdán sobre adjudicaciones y deudas. Una cita destaca: «Cerdán está en el ajo. Él también se llevó parte de lo de Murcia. Si canta Víctor, nos hundimos todos». Además, se mencionan nóminas falsas: 2.600 euros mensuales de LIC a Koldo y 1.300 euros a su esposa vía ÁRIDOS ANFERSA. El caso se remonta a 2015, cuando García estableció contactos con estas empresas, y continuó tras la salida de Ábalos del Ministerio de Transportes en 2021.
Sánchez en el Ojo del Huracán
Las acusaciones más graves vinculan directamente a Sánchez. Frases como «Como alguien tire de los correos, Pedro no aguanta ni una semana» o «Pedro nos colocó bien. Lo de las mascarillas fue un extra, pero esto viene de antes» sugieren que el Presidente podría haber beneficiado o sido beneficiado por la red desde su ascenso en 2018. Otra declaración añade: «Mientras Pedro esté bien, nadie va a tirar de la manta. Pero si cae uno de los nuestros, esto se acaba», indicando un pacto de protección mutua. Incluso se advierte: «Pedro no se puede enterar de esto. Si salta lo nuestro, le revientan el Gobierno», lo que podría implicar que Sánchez está al margen de algunos detalles o que se busca preservarlo.
El historial de corrupción en España respalda estas sospechas. En 2019, ejecutivos de ACCIONA y FCC fueron arrestados por un contrato de agua en La Sagrera valuado en 18.2 millones de euros, un patrón similar al descrito ahora. Aldama, además, ha sido vinculado a operaciones fraudulentas en la República Dominicana, ampliando el alcance del caso.
Repercusiones y Próximos Pasos
La publicación de estas revelaciones ha desatado un torbellino político. Medios como la BBC y The Objective han corroborado partes del informe, mientras el PP y Vox exigen la cabeza de Sánchez. Con las pruebas en manos de los tribunales, la presión judicial y mediática aumentará en los próximos días. Si se confirman las acusaciones, el gobierno podría colapsar, especialmente ante la amenaza de testigos como Aldama, quien posee audios y documentos comprometedores.
Este caso no es un episodio aislado. La corrupción en contratos públicos ha sido una constante en España, desde el franquismo hasta escándalos recientes como el de las mascarillas. La pregunta clave es si Sánchez sobrevivirá a esta tormenta o si, como predice el informe, «no aguantará ni una semana» si las pruebas salen a la luz.
