El organismo de control corporativo de Colombia ha intervenido para supervisar a Monómeros, la empresa agroquímica estatal venezolana, luego de las crecientes preocupaciones por un rumor de venta que, según el presidente colombiano, Gustavo Petro, podría perturbar el sector agrícola.
Por: Ricardo Vaz – Venezuelanalysis
La Superintendencia de Sociedades de Colombia, el poderoso organismo de control, asumió previamente el control de la empresa en enero de 2022, cuando Monómeros estaba bajo la gestión de la oposición venezolana y una serie de escándalos pusieron a la empresa en riesgo de insolvencia.
La ley colombiana permite a la Superintendencia de Sociedades emplear una serie de niveles progresivos de intervención cuando una empresa se encuentra en una situación crítica “judicial, contable, económica o administrativa”.
“Ante los potenciales riesgos que afecten el interés general, nuestro deber es actuar con prontitud, conscientes de la importancia que tienen las corporaciones para la economía nacional y en el caso particular de Monómeros, por su relevancia para la agricultura, la soberanía alimentaria y los campesinos colombianos”, afirmó Billy Escobar Pérez, director del ente de control.
Petro se opone firmemente a los planes de privatización que, según se informa, ha lanzado el ministro de Industria venezolano, Alex Saab. Un informe del periódico español El País indicó que, al asumir el cargo y devolver el control de la empresa al gobierno venezolano, el presidente colombiano expresó su interés en adquirir una participación del 51 por ciento, pero no recibió respuesta del gobierno venezolano.
Fundada como una empresa conjunta entre Venezuela y Colombia, Monómeros pasó a ser propiedad total de la empresa petroquímica estatal venezolana Pequiven en 2006, cuando el gobierno de Chávez compró acciones de Ecopetrol y de la firma holandesa Koninklijke DSM para convertirse en el único propietario de la empresa.
La intervención del organismo de control se considera una medida de protección para garantizar que Monómeros siga apoyando a los agricultores colombianos. La empresa, filial de Pequiven, desempeña un papel fundamental en el suministro de fertilizantes y otros productos agroquímicos utilizados en la producción de café, papa y aceite de palma y en la estabilización de los precios de los insumos agrícolas, lo que afecta directamente a los medios de vida rurales.
En el punto de mira también está el potencial comprador, que se rumorea que sería Nitron Group, una comercializadora con sede en Estados Unidos especializada en productos fertilizantes. Se dice que Nitron Group es el segundo distribuidor de insumos agroquímicos del mundo. Una adquisición de Monómeros le daría más poder para fijar los precios en el mercado de fertilizantes. Monómeros es actualmente la mayor empresa productora de fertilizantes de Colombia.
El esfuerzo del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de vender Monómeros por un valor estimado de US$300 millones parece motivado por los esfuerzos de su gobierno para evitar más sanciones contra la compañía antes de la toma de posesión de Donald Trump en enero.
La empresa agroquímica opera actualmente bajo exenciones de sanciones emitidas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos que expirarán a mediados de 2025. Sin embargo, esas exenciones podrían levantarse si Trump opta por imponer el alcance total de las sanciones a Venezuela, como lo hizo durante su primer mandato.
Los primeros rumores de venta surgieron en marzo, cuando se citó a la petrolera estatal colombiana Ecopetrol como posible comprador, aunque la empresa ha negado su participación. La semana pasada, se informó que la administración de Petro estaba buscando vías de financiación para adquirir la empresa. No está claro si se trataría de una compra total de Monómeros o solo de una participación mayoritaria.