Un conjunto de informes de inteligencia clasificados, elaborados por unidades de análisis regional de América Latina, describe la evolución del Ejército de Liberación Nacional (Eln) como un actor transnacional vinculado al régimen venezolano y a redes de Hezbolá e Irán.
Por: Jesús Antonio Blanquicet – El Tiempo
Los documentos, en poder de EL TIEMPO y fechados entre febrero y mayo de 2025, advierten que esta convergencia criminal ha transformado al Eln en un “aliado estratégico” del gobierno de Nicolás Maduro, con operaciones conjuntas que combinan insurgencia, crimen organizado y apoyo estatal.
El material señala que el Eln, bajo el mando de Eliécer Herlinto Chamorro Acosta (‘Antonio García’), Israel Ramírez Pineda (‘Pablo Beltrán’) y Gustavo Aníbal Giraldo (‘Pablito’), estaría actuando como brazo armado del régimen venezolano y del denominado ‘Cártel de los Soles’, en el cual Estados Unidos señala a Nicolás Maduro de ser su principal cabecilla y por cuya cabeza ofrece 50 millones de dólares.
Según el análisis, este entramado utiliza al Eln para asegurar corredores de tráfico de drogas, oro y combustible, así como para proteger sus actividades ilícitas a lo largo de la frontera con Colombia.
Los documentos señalan además que el Eln mantiene presencia consolidada en estados fronterizos venezolanos como Apure, Táchira y Zulia. Desde allí controla corredores de producción de coca, oro y rutas de contrabando.
Los reportes también mencionan a tres oficiales venezolanos como figuras clave en la articulación de esta red, quienes habrían facilitado apoyo logístico, armamento y coordinación táctica entre el Eln y las FANB, consolidando el control territorial en Arauca, Apure, Catatumbo y el eje fronterizo entre La Guajira y Zulia.
En los documentos se describe que Venezuela se ha convertido en un punto de tránsito esencial para el narcotráfico global. La información guarda relación con la revelada por EL TIEMPO en una reciente publicación en la que se dio a conocer cómo se reorganiza el narcotráfico bajo la presión de EE. UU. en el Caribe y el Pacífico.
“Los cargamentos de cocaína salen de puertos como La Guaira y Puerto Cabello hacia África Occidental —con destinos como Guinea-Bissau, Cabo Verde, Nigeria y Camerún— antes de llegar a Europa. Hezbolá, a través de empresas fachada iraníes registradas como exportadoras de productos agrícolas y textiles, actúa como intermediario financiero y logístico en esta ruta”, se lee en uno de los informes.
Las unidades de inteligencia también advierten la participación de redes financieras vinculadas a Hezbolá y al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC), que utilizan a Venezuela “como plataforma para operaciones de lavado de activos y financiamiento de actividades militares en Gaza, Líbano y Siria”. El intercambio de información entre el Elm y la Dirección de Contrainteligencia Militar venezolana (DGCIM) incluye datos sobre disidentes y movimientos internos, a cambio de protección y libertad de acción en territorio venezolano.
Fuentes de inteligencia identifican además conexiones del ‘Cártel de los Soles’ con los principales grupos criminales de Brasil: el Primer Comando da Capital (PCC) y el Comando Vermelho (CV). “Estas organizaciones utilizan rutas terrestres y fluviales desde Venezuela hacia los puertos brasileños de Santos y Paranaguá, donde se consolida la exportación de cocaína hacia África y Europa”, se lee en uno de los documentos.
El informe más reciente, que lleva el rótulo de “Secret”, amplía el panorama hacia el Golfo Pérsico. Señala que una red criminal con base en Dubái, Doha y Teherán que opera como eje financiero de las actividades del ‘Cártel de los Soles’ y del Eln.
En ella participan empresarios con nacionalidad libanesa y venezolana que utilizan empresas de infraestructura y energía como fachada para el lavado de dinero. Parte de los fondos generados por el narcotráfico colombiano y venezolano se triangulan a través de Qatar y regresan a cuentas administradas por estructuras vinculadas a Hezbolá e Irán.

