El enviado especial de Donald Trump, Richard Grenell, se reunió este viernes con Nicolás Maduro en Venezuela, en la que fue su primera visita oficial tras asumir el cargo.
Tras el encuentro, el titular de Comunicación del país caribeño, Freddy Ñáñez, dijo que el dictador planteó una “agenda cero” con el Gobierno norteamericano.
El encargado para Latinoamérica del Departamento de Estado, Mauricio Claver-Carone, confirmó que el encuentro fue en Caracas y que se centrará exclusivamente en los vuelos de deportación de migrantes indocumentados que Washington espera que la contraparte acepte, al igual que la liberación de los estadounidenses injustamente detenidos en el país.
“Esta misión especial es muy concreta y muy específica. Estados Unidos y el presidente Trump esperan que Nicolás Maduro reciba de vuelta a todos los criminales y miembros de pandillas venezolanos que han sido enviados a Estados Unidos, y que lo haga sin condiciones. Es un asunto innegociable, los tiene que aceptar, es su responsabilidad”, apuntó Claver-Carone sobre la expulsión de los indocumentados y delincuentes que el Gobierno republicano ordenó al inicio de su gestión y que tiene a los venezolanos entre sus principales afectados.
Más allá del encuentro, la Casa Blanca afirmó este viernes que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela.
En una rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, fue preguntada sobre si la visita a Venezuela de Grenell significaba un reconocimiento como presidente para Maduro, quien juró como presidente para un tercer mandato el pasado 10 de enero tras una cuestionada reelección.
“Absolutamente no”, respondió Leavitt.
Las dificultades de Estados Unidos para devolver a estos ciudadanos a su país no es una novedad, sin embargo. El deterioro de las relaciones diplomáticas de los últimos años -especialmente desde 2019, cuando la Casa Blanca reconoció a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela- llevó a que estas operaciones fueran cada vez más complicadas.
De hecho, desde entonces, las frecuencias han sido escasas y apenas lograron reanudarse durante cuatro meses en octubre de 2022.
No obstante, la actual Administración estadounidense está decidida a cumplir con su promesa, incluso si ello implica presionar a los países o explorar nuevas vías.
Sobre lo segundo, los estadounidenses privados de su libertad en Venezuela, Claver-Carone sostuvo que Gregory David Werber, David Guttenberg Guillarme, Aaron Barrett Logan, Jonathan Pagán González, Wilbert Joseph Castaño, David Estrella, José Marcelo Vargas y Lucas Hunter “deben ser liberados de inmediato” y advirtió que, de no ocurrir, “habrá consecuencias”.
“Esto no es una negociación, son las prioridades para Estados Unidos”, dijo sobre el objetivo de la visita, sin brindar mayores detalles.