En un mundo donde las profecías antiguas resuenan con ecos de incertidumbre, el término «Papa Negro» ha vuelto a captar la atención de teólogos, historiadores y fieles por igual.
Armando Esteban Quito Musk
Asociado históricamente al Superior General de los jesuitas, pero también envuelto en las enigmáticas visiones de Nostradamus y San Malaquías, este concepto podría estar tomando forma en dos figuras clave de la Iglesia actual: el Papa Francisco, el primer pontífice jesuita de la historia, o el venezolano Arturo Sosa, actual líder mundial de la Compañía de Jesús.
El origen del apodo «Papa Negro» se remonta a los jesuitas, la orden fundada por San Ignacio de Loyola en 1540, conocida por su influencia y sus sotanas negras. Hoy, Arturo Sosa Abascal, nacido en Caracas en 1948 y elegido Superior General en 2016, encarna esta tradición. Intelectual y crítico del régimen venezolano, Sosa lidera a más de 15,000 jesuitas en un momento de desafíos globales para la Iglesia. Sin embargo, una interpretación más audaz apunta al Papa Francisco, quien, desde su elección en 2013, ha roto moldes como el primer Papa proveniente de la orden jesuita, fusionando en su persona los roles de «Papa Blanco» y, simbólicamente, «Negro».
Las profecías añaden capas de intriga. Michel de Nostradamus, en su Cuartina X, 91, habla de un «gris y negro de la Compañía salido» que «nunca fue tan maligno», una descripción que algunos vinculan a los jesuitas y que podría señalar a Francisco por su origen o a Sosa por su liderazgo. Por su parte, la «Profecía de los Papas» atribuida a San Malaquías sitúa a Francisco como el posible Petrus Romanus, el último Papa antes de la destrucción de Roma, aunque versiones apócrifas sugieren un Caput Nigrum («Cabeza Negra») que podría ser un jesuita como Sosa o incluso un sucesor de Francisco.
A sus 88 años, la salud frágil del Papa Francisco ha intensificado las especulaciones. Si su pontificado termina pronto, el próximo cónclave podría elevar a otro jesuita o a un líder influenciado por la orden, como Sosa, quien, aunque no es elegible para ser Papa por no ser cardenal, simboliza el poder detrás del trono que las profecías parecen insinuar. Alternativamente, el «negro» podría interpretarse como un Papa africano, con nombres como el cardenal ghanés Peter Turkson en el horizonte, pero la conexión jesuita sigue dominando el debate.
Mientras Roma observa en silencio, la pregunta persiste: ¿es Francisco el «Papa Negro» profetizado, uniendo en sí mismo las visiones de caos y renovación? ¿O es Arturo Sosa, desde las sombras de la Compañía de Jesús, quien encarna esta figura enigmática? Entre tribulaciones globales y un Vaticano en transición, las profecías de antaño parecen más vivas que nunca.
Nostradamus y el «Papa Negro»
Las profecías de Nostradamus y San Malaquías relacionadas con el «Papa Negro» han fascinado a generaciones por su carácter enigmático y las múltiples interpretaciones que permiten. A continuación, amplio y detallo lo que se sabe sobre estas profecías, su contexto histórico y las conexiones que se les han atribuido con el concepto del «Papa Negro», evitando inventar información y basándome en las interpretaciones más conocidas.
Michel de Nostradamus, el famoso médico y astrólogo francés del siglo XVI, publicó «Les Prophéties» en 1555, un compendio de cuartetas poéticas que supuestamente predicen eventos futuros. Aunque Nostradamus no usa explícitamente el término «Papa Negro» como una frase definida, una de las cuartetas más citadas en relación con este tema es la Cuartina X, 91:
«Clero Romano el año mil seiscientos y nueve,
en la cumbre del año se hará elección:
de un gris y negro de la Compañía salido,
que nunca fue tan maligno.»
Interpretaciones:
- «Gris y negro de la Compañía»: Muchos intérpretes asocian esta línea con los jesuitas, ya que «la Compañía» es una referencia común a la Compañía de Jesús, fundada por Ignacio de Loyola en 1540. Los jesuitas son conocidos por sus sotanas negras, y su líder, el Superior General, ha sido históricamente apodado «Papa Negro» por su influencia en la Iglesia. El «gris» podría ser metafórico, sugiriendo ambigüedad moral o una transición, aunque no hay consenso claro.
- «Mil seiscientos y nueve»: Nostradamus usa a menudo fechas de manera simbólica o confusa. Algunos sugieren que «1609» no es literal, sino que podría ajustarse a un cálculo alternativo (por ejemplo, sumando o restando siglos desde su época). Otros lo vinculan al año 2013 (siguiendo teorías como 2004 + 9), cuando fue elegido el Papa Francisco, el primer jesuita en ser Papa, conectándolo así al «negro» de la profecía.
- «Que nunca fue tan maligno»: Esta frase ha alimentado especulaciones apocalípticas, interpretándola como la llegada de un líder eclesiástico que, ya sea por corrupción, traición o eventos catastróficos bajo su mandato, marca el fin de una era, potencialmente el de la Iglesia o del mundo.
Contexto adicional:
Nostradamus no especifica que este «Papa Negro» sea el último Papa, pero la ambigüedad de sus escritos permite vincularlo con otras profecías, como las de San Malaquías. Algunos creen que predice la muerte de un Papa anciano seguida por la llegada de este personaje, un tema recurrente en 2025 debido a la edad avanzada del Papa Francisco (88 años). Además, hay teorías que sugieren que el «negro» podría referirse a un Papa de origen africano, dado el creciente número de cardenales africanos en el Colegio Cardenalicio.
San Malaquías y el «Papa Negro»
San Malaquías, arzobispo irlandés del siglo XII (1094-1148), es asociado con la «Profecía de los Papas», un texto publicado en 1595 por el monje benedictino Arnold de Wyon en su obra Lignum Vitae. Este listado contiene 112 lemas en latín que supuestamente describen a los Papas desde Celestino II (1143) hasta un último pontífice, seguido de un texto apocalíptico. Aunque el término «Papa Negro» no aparece explícitamente en la lista oficial, su conexión surge de interpretaciones populares y teorías derivadas.
La lista de Malaquías:
- Benedicto XVI (2005-2013): Lema 111, De Gloria Olivae («De la gloria del olivo»). Se le vincula al olivo por su intento de paz y reconciliación, y algunos lo relacionan con los benedictinos (conocidos como «olivetanos»). Fue el Papa 111, dejando al siguiente como el potencial último.
- Francisco (2013-actualidad): No tiene un lema específico en la lista, pero se le asocia con el 112, Petrus Romanus («Pedro el Romano»), descrito así:
«En la última persecución de la Santa Iglesia Romana reinará Pedro el Romano, quien pastoreará a sus ovejas entre muchas tribulaciones; tras lo cual, la ciudad de las siete colinas será destruida y el temible juez juzgará a su pueblo. Fin.»
¿Dónde entra el «Papa Negro»?
- Versión apócrifa: Algunas tradiciones populares, no reconocidas por el Vaticano, afirman que una versión perdida o suprimida de la profecía (como una transcripción de 1820) incluía un Papa intermedio llamado Caput Nigrum («Cabeza Negra») antes o después de De Gloria Olivae. Esto ha llevado a especular que el «Papa Negro» es un pontífice adicional, posiblemente Francisco o su sucesor, que precede al fin.
- Francisco como jesuita: Dado que Francisco es el primer Papa jesuita, algunos lo identifican como el «Papa Negro» profetizado, conectándolo tanto con Nostradamus (por la «Compañía») como con Malaquías (por ser el 112). Su origen argentino y su enfoque progresista refuerzan teorías de un cambio radical o crisis en la Iglesia.
- Interpretación racial: Otra lectura sugiere que el «negro» podría ser literal, apuntando a un Papa africano. Con 33 cardenales africanos electores en 2025, esta idea ha ganado tracción, especialmente si Francisco fallece y un africano como Peter Turkson (ghanés, cuyo nombre coincide con «Petrus») es elegido.
Críticas y autenticidad:
La Iglesia considera la profecía de Malaquías una falsificación del siglo XVI, posiblemente creada para influir en la elección papal de 1590. Los lemas hasta Urbano VII (1590) son precisos, pero los posteriores son vagos, sugiriendo que se escribieron retrospectivamente hasta ese punto y luego se proyectaron. Sin embargo, su popularidad persiste, y el texto final sobre Petrus Romanus evoca imágenes apocalípticas que resuenan con Nostradamus.
Convergencias y especulaciones modernas
- Salud de Francisco: En marzo de 2025, la salud frágil del Papa Francisco (88 años) ha reavivado estas profecías. Si muere, el próximo cónclave podría elegir a un «Papa Negro» (jesuita, africano o simbólico), cumpliendo supuestamente ambas visiones.
- Eventos globales: Tanto Nostradamus como Malaquías asocian al último Papa con tribulaciones (guerras, desastres naturales, crisis internas en la Iglesia), un tema que encaja con el panorama actual de tensiones geopolíticas y climáticas.
- Fin de los tiempos: Mientras Nostradamus sugiere un líder «maligno» o disruptivo, Malaquías apunta a la destrucción de Roma y un juicio divino, creando una narrativa combinada de un «Papa Negro» como precursor del apocalipsis.
Las profecías de Nostradamus y San Malaquías sobre el «Papa Negro» no son claras ni unívocas, pero su vaguedad permite adaptarlas a eventos contemporáneos. Nostradamus ofrece una figura ambigua ligada a los jesuitas o a un cambio drástico, mientras que Malaquías, a través de Petrus Romanus y teorías apócrifas, sugiere un final catastrófico tras un pontífice clave. La conexión con el «negro» puede ser simbólica (jesuitas), literal (raza) o metafórica (oscuridad moral), y su relevancia sigue siendo objeto de debate, alimentado hoy por la incertidumbre en el Vaticano.
Entonces, ¿quién es?
El término «Papa Negro» no se refiere a una persona específica en el sentido de un título oficial único, sino que es un apodo tradicionalmente utilizado para designar al Superior General de la Compañía de Jesús, la orden religiosa católica conocida como los jesuitas. Este apelativo proviene de dos factores principales: el color negro de las sotanas que visten los jesuitas, en contraste con la vestimenta blanca del Papa, y la percepción histórica de la gran influencia que los jesuitas han tenido en la Iglesia Católica, especialmente en los siglos XVI y XVII, lo que llevó a algunos a considerarlos una especie de poder paralelo.
Actualmente, el Superior General de los jesuitas es Arturo Sosa Abascal, un sacerdote venezolano nacido en Caracas en 1948. Fue elegido el 14 de octubre de 2016 como el 31º Superior General de la orden, sucediendo a Adolfo Nicolás. Sosa es conocido por su formación intelectual (licenciado en Filosofía y doctor en Ciencias Políticas) y su experiencia en liderazgo dentro de la Compañía, incluyendo su tiempo como provincial de los jesuitas en Venezuela. Dado que ocupa este cargo en la fecha actual, 3 de marzo de 2025, él es quien ostenta el título informal de «Papa Negro» en este momento.
Es importante aclarar que el término también ha sido objeto de especulaciones y teorías, como las asociadas a profecías de Nostradamus o San Malaquías, donde se interpreta de manera simbólica o apocalíptica, a veces vinculándolo al Papa Francisco por ser el primer Papa jesuita de la historia. Sin embargo, en su uso más concreto y aceptado, «Papa Negro» se refiere específicamente al líder de los jesuitas, no al Papa de Roma. Por lo tanto, hoy en día, Arturo Sosa es la figura que encarna esta designación.
Arturo Sosa
Arturo Sosa Abascal es un sacerdote jesuita venezolano, nacido el 12 de noviembre de 1948 en Caracas, Venezuela. Actualmente es el Superior General de la Compañía de Jesús, la orden religiosa católica conocida como los jesuitas, cargo que ocupa desde su elección el 14 de octubre de 2016. Como Superior General, es el líder mundial de los jesuitas y, por tradición, recibe el apodo informal de «Papa Negro» debido al color de las vestimentas jesuitas y a la influencia histórica de la orden en la Iglesia Católica.
Sosa proviene de una familia acomodada e influyente en Venezuela; su padre, Arturo Sosa Fernández, fue un conocido economista y político que ocupó cargos importantes, como ministro de Hacienda. Arturo Sosa ingresó a la Compañía de Jesús en 1966 y fue ordenado sacerdote en 1977. Tiene una formación académica destacada: es licenciado en Filosofía por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) de Caracas y doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Central de Venezuela (UCV). Además, habla varios idiomas, incluyendo español, italiano e inglés, lo que refleja su perfil internacional.
Antes de ser Superior General, Sosa desempeñó diversos roles dentro de la orden jesuita. Fue rector de la Universidad Católica del Táchira, provincial de los jesuitas en Venezuela entre 1996 y 2004, y trabajó en el Centro Gumilla, una institución jesuita dedicada a la investigación social y la promoción de la justicia. Durante su tiempo en Venezuela, también fue conocido por sus críticas al régimen chavista, lo que lo posicionó como una figura polémica en el contexto político de su país.
Como Superior General, Arturo Sosa ha enfocado su liderazgo en temas como la justicia social, la reconciliación, la educación y la misión de los jesuitas en un mundo globalizado. Ha abogado por una Iglesia más cercana a los pobres y ha enfatizado la importancia del discernimiento en la toma de decisiones, siguiendo las enseñanzas de Ignacio de Loyola, fundador de la orden. Su elección marcó un hito, al ser el primer latinoamericano en liderar a los jesuitas, una orden con más de 450 años de historia y presencia en más de 100 países.
En resumen, Arturo Sosa es una figura clave en la Iglesia Católica contemporánea, liderando a los jesuitas desde 2016 y representando una voz influyente tanto en lo religioso como en lo social, con raíces profundas en su Venezuela natal.