Álvaro Córdoba Ruiz, hermano de la fallecida senadora colombiana Piedad Córdoba, presentó ante la Corte de Apelaciones de Nueva York una solicitud para la reducción de su condena por narcotráfico. En un memorando de 60 páginas, el condenado no solo admite su participación en un plan para exportar cocaína a Estados Unidos, sino que asegura que su rol fue marginal y que el verdadero objetivo de la DEA era su hermana, a quien vincula con el ‘Cartel de los Soles’.
Córdoba, extraditado a Estados Unidos en enero de 2023 y condenado en mayo de 2024 a 14 años de prisión, busca una reducción de nueve años a su sentencia, según se lee en un trabajo de la unidad de investigación del diario El Tiempo
En el documento, alega que actuó como un “actor menor e inofensivo” en la operación, mientras que la estructura criminal contaba con conexiones de alto nivel en Colombia, Venezuela y con las extintas FARC.
“Por varias décadas, el difunto presidente Hugo Chávez fue parte de una organización que exportaba cocaína junto con generales venezolanos (…). Es penoso para mí aceptarlo, pero también involucra a mi amada hermana, Piedad Córdoba Ruiz”, escribió Córdoba. Sostiene que dependía emocional y económicamente de su hermana, y que su cercanía con ella lo llevó a estar presente en reuniones que sirvieron de base para su acusación, pero sin haber participado directamente en las negociaciones criminales.
El documento añade que desde 2020, sin saberlo, Córdoba fue involucrado en una operación encubierta de la DEA. Contactado por Libia Amanda Palacio Mejía —también extraditada y condenada—, Córdoba ofreció una muestra de cinco kilos de cocaína a agentes encubiertos que se hicieron pasar por narcos mexicanos, sellando un presunto negocio mayor de 450 kilos.
Según su defensa, los fiscales le habrían insinuado que, si aportaba información sobre su hermana, el caso podría reconsiderarse. Córdoba alega que las autoridades estadounidenses siempre estuvieron enfocadas en Piedad Córdoba, de quien dice fue su secretario y mensajero, escuchando conversaciones relacionadas con temas ilícitos.
El expediente, además, contiene testimonios que sugieren la mención de Piedad Córdoba como “La Señora”, con presuntos vínculos con el ‘Cartel de los Soles’ y una figura conocida como “Azul”, supuesto socio del régimen de Nicolás Maduro con capacidad para mover droga y armas hacia México.
Aunque la senadora nunca fue formalmente acusada por la DEA, su nombre apareció repetidamente en el expediente judicial, y los agentes llegaron a ofrecer a los supuestos compradores de droga un contacto directo con ella. Las conversaciones indican incluso que se planteó apoyo político y financiero para su carrera a cambio de colaboración en el tráfico de estupefacientes.
Hasta su fallecimiento en 2024, Piedad Córdoba negó cualquier vínculo con actividades criminales. La Corte Suprema de Colombia cerró en 2011 una investigación en su contra, alegando ruptura de cadena de custodia de pruebas obtenidas de los computadores de alias Raúl Reyes, líder de las FARC.
Álvaro Córdoba, de 66 años, solicita además su deportación inmediata a Colombia por razones de salud. En sus palabras: “Fui un mero espectador. Fallé moralmente, y estoy arrepentido”.
El caso, que ya era polémico, se reaviva con estas declaraciones que mezclan arrepentimiento, confesión y una narrativa que apunta a una supuesta operación encubierta más amplia, centrada en figuras políticas del entorno bolivariano.