“Parece que el castillo de naipes puede estar cayendo”, dice el fiscal general de Indiana, Todd Rokita, de la Black Lives Matter Global Network Foundation, la entidad legal que obtiene la mayor parte del efectivo donado al movimiento BLM. De hecho, «esto sucede eventualmente con casi todas las estafas, esquemas o empresas ilegales».
Por: New York Post / Traducción libre del inglés de Morfema Press
No es solo Indiana: los estados de Connecticut, Maine, Maryland, Nueva Jersey, Nuevo México, Carolina del Norte y Virginia han revocado el registro de organizaciones benéficas de BLMNGF, mientras que California y Washington amenazan con responsabilizar personalmente a los funcionarios de la organización sin fines de lucro por su falta de transparencia financiera.
El equipo no ha presentado impuestos para 2020, el año en que recaudó decenas de millones después de la muerte de George Floyd a manos de la policía y los disturbios y protestas que siguieron. No tiene un líder oficial que supervise su cofre de guerra de $ 60 millones después de que su cofundador renunció en mayo.
Y esa cofundadora, Patrisse Cullors-Khan, está vinculada a varias otras organizaciones de recaudación de fondos cuyas finanzas levantan «potenciales señales de alerta», informa la revista New York. Mientras tanto, ha estado en una juerga de compras de bienes raíces personales, mientras que los fondos de BLM transferidos a una organización sin fines de lucro canadiense administrada por su cónyuge se han destinado a otras compras dudosas.
Las grandes donaciones de empresas y particulares adinerados vinculados a Facebook, Twitter y Netflix, así como de corporaciones que se apresuran a mostrar la conciencia política «correcta», pueden haber financiado el peculado de rango por parte de aquellos a quienes se les confiaron los fondos.
Al final, Black Lives Matter se está convirtiendo en un cuento que se cuenta con frecuencia: grandes montones de dinero en efectivo envueltos en fervor moral invitan a la corrupción. Y cuanto más se considera que la causa está fuera de toda duda, más rápido se mueven los estafadores.
