Vía Jerusalem Post
El gobierno israelí manifestó su total respaldo y admiración a la ofensiva aérea de Estados Unidos contra instalaciones nucleares iraníes, calificando la acción como un punto de inflexión histórico en la seguridad de Medio Oriente.
El primer ministro Benjamin Netanyahu declaró públicamente que los ataques sobre Fordow, Natanz e Isfahán, ejecutados por la Fuerza Aérea de EE.UU., “hicieron lo que ningún otro país en la Tierra pudo hacer”, cumpliendo una promesa que él mismo había formulado desde el inicio del conflicto: destruir la capacidad nuclear de Irán.
“Desde el inicio de la operación, prometí que las instalaciones nucleares de Irán serían destruidas, de una forma u otra. Esa promesa se ha cumplido. Estados Unidos, con su inmenso poder, ha completado lo iniciado por las FDI y el Mossad”, afirmó Netanyahu en un mensaje oficial.
“La decisión valiente del presidente Trump de atacar las instalaciones nucleares de Irán con la fuerza justa y poderosa de Estados Unidos cambiará la historia. Es un líder sin igual del mundo libre, y un amigo incomparable del pueblo de Israel”.
El presidente israelí Isaac Herzog también agradeció a Trump, afirmando que este paso “sirve a la seguridad de todo el mundo libre”, y representa “un momento decisivo entre el eje del terror y el eje de la esperanza”.
Por su parte, el ministro de Defensa, Israel Katz, felicitó a Trump por su “decisión histórica” y aseguró que los ataques “garantizan que Irán no obtendrá armas nucleares que pongan en riesgo a Israel y a la región entera”.
El ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar, afirmó que Trump “ha inscrito su nombre con letras doradas en la historia”, calificándolo como un verdadero “líder del mundo libre”.
Incluso el embajador de Israel en Washington, Yechiel Leiter, dirigió una carta a su equipo en la que evocó la memoria de 1938:
“Gracias a nuestra determinación y al compromiso inquebrantable con la continuidad del pueblo judío, hoy la potencia militar más fuerte del planeta se pone a nuestro lado para derrotar a quienes buscan destruirnos.”
Mientras la comunidad internacional evalúa las consecuencias del ataque, Israel reafirma su política de “paz a través de la fuerza” y se declara preparado para continuar las acciones necesarias junto a Estados Unidos, en lo que considera una “alianza estratégica para la estabilidad regional”.