Escribir correctamente es esencial, ya que impacta la forma en que nos comunicamos y cómo somos percibidos, especialmente en el ámbito profesional. Tener buena ortografía y gramática no solo evita malentendidos, sino que también construye una imagen de seriedad y competencia.
Para resolver dudas sobre el uso adecuado del español, la Real Academia Española (RAE) y la Fundéu son recursos valiosos. Estas instituciones emiten recomendaciones y directrices sobre el correcto uso del idioma, adaptándose a su evolución sin perder la coherencia y la unidad idiomática.
Un ejemplo común: ‘Presidenta’ o ‘Presidente’
La RAE ha dejado claro que ambos términos son correctos para referirse a una mujer que ocupa este cargo, pero ‘presidenta’ es la forma preferible y válida.
Aunque algunas palabras terminadas en “-nte” son comunes en cuanto al género (por ejemplo, “el/la estudiante”), la forma femenina “presidenta” está registrada desde el Diccionario de 1803. Esto es comparable a otros casos como asistenta o infanta, que también tienen su versión femenina.
La recomendación es usar ‘presidenta’ cuando se hable de una mujer en ese puesto, como en los ejemplos:
- “La presidenta Bachelet eliminó el impuesto.”
- “Ana Patricia Botín, nueva presidenta del Santander.”
El papel de la RAE
La RAE, fundada en 1713, tiene el objetivo de preservar la unidad del español y adaptar el idioma a las necesidades de los hablantes. Aunque ha sido criticada por su lentitud al aceptar ciertos neologismos o expresiones populares, la creación del Observatorio de Palabras en 2020 representa un esfuerzo por seguir de cerca la evolución del lenguaje.