Morfema Press

Es lo que es

“La situación actual supera con creces el genocidio de Ruanda de 1994”: Sudán dice que la comunidad internacional ha hecho muy poco por evitar las masacres

Comparte en

El primer ministro de SudánKamil Idris, ha lanzado una durísima denuncia contra las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), el grupo paramilitar islamista responsable de las matanzas en la ciudad de El Fasher, y ha exigido que sus líderes sean juzgados por tribunales internacionales por crímenes de guerra y de lesa humanidad.

La Gaceta de la Iberosfera

En una entrevista al diario suizo Blick, Idris lamentó que la comunidad internacional «ha hecho muy poco» para frenar la guerra civil que asola el país desde abril de 2023, y comparó las atrocidades cometidas por las RSF con el genocidio de Ruanda de 1994. «Lo que ha ocurrido en El Fasher supera con creces lo de Ruanda«, declaró el primer ministro.

Idris describió un panorama de horror absoluto en Darfur Norte: «Los paramilitares asesinaron niños, violaron y mataron mujeres ante sus familias, asesinaron ancianos y masacraron a enfermos en hospitales». Según el líder sudanés, las RSF han cometido «horribles crímenes de guerra y contra la humanidad» en su avance por el territorio.

El primer ministro reclamó a los Estados miembros de la ONU que reconozcan oficialmente a las RSF como una organización terrorista, y pidió acciones concretas, no sólo declaraciones simbólicas. «Tenemos necesidad de actos, no sólo de palabras. Los crímenes deben ser perseguidos por la justicia internacional», subrayó.

Aunque exige una respuesta internacional firme, Idris se opone a una intervención militar extranjera en su país. «Las misiones de paz de la ONU serían un atentado contra la soberanía y la integridad territorial de Sudán», explicó. A su juicio, el Ejército y el pueblo sudanés deben ser los encargados de liberar El Fasher y restaurar la unidad nacional, sin injerencias externas.

El primer ministro denunció además que las RSF colaboran con mercenarios de todo el mundo, especialmente de Colombia, a los que definió como «criminales que luchan sólo por dinero y que no comprenden ni el país ni los objetivos de esta guerra».

Idris advirtió que la crisis de Sudán amenaza con desbordar las fronteras nacionales y convertirse en un foco de inestabilidad para toda África: «Sudán comparte frontera con numerosos países; el conflicto podría extenderse y favorecer la inmigración ilegal«, alertó.

«Los Estados miembros de la ONU tienen una obligación moral y jurídica de proteger a los civiles. Debemos unir fuerzas contra estos criminales», insistió.

El primer ministro recordó además que Sudán es una potencia estratégica con abundantes recursos naturales: «Poseemos tierras raras, oro, petróleo y uranio. El Nilo atraviesa nuestro territorio y tenemos millones de hectáreas fértiles. Las guerras del futuro se librarán por alimentos y agua, y Sudán puede ser parte de la solución».

Idris llamó a Estados Unidos y a las potencias occidentales a implicarse en la resolución del conflicto, no por caridad, sino por responsabilidad y seguridad global.

Mientras tanto, la Oficina Internacional para las Migraciones (OIM) ha informado que más de 36.800 personas han huido en una sola semana de las regiones de Kordofán y Darfur Norte, empujadas por el avance de las milicias. Sólo el 31 de octubre, más de 1.200 civiles fueron desplazados de sus hogares ante el aumento de la violencia.

La guerra civil, desatada por las tensiones entre el Ejército y las RSF por el control político y militar del país, ha destruido la frágil transición iniciada tras la caída de Omar al Bashir en 2019. Millones de sudaneses viven hoy desplazados o refugiados, mientras la infraestructura sanitaria y alimentaria colapsa bajo los bombardeos.

El conflicto ha sumido a Sudán en una de las mayores crisis humanitarias del planeta, ante la indiferencia de gran parte de la comunidad internacional.

WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com
Scroll to Top
Scroll to Top