Los adultos tienen un riesgo mucho mayor de ser diagnosticados con afecciones cardíacas, cutáneas y psiquiátricas durante al menos 90 días después de recibir vacunas contra el covid, según mostró un estudio revisado por pares de casi 300,000 personas en California, publicado en la revista Nature.
Por: Alex Berenson – Vía Daily Sceptic
Los investigadores examinaron nuevos diagnósticos dados a las mismas personas antes y después de que fueran vacunadas para ver si las inyecciones cambiaban el riesgo de nuevos problemas de salud.
Descubrieron que las personas tenían un 21 % más de probabilidades de recibir un nuevo diagnóstico en los tres meses posteriores a la inyección, en comparación con los tres meses anteriores. Con casi 240 millones de adultos estadounidenses vacunados, el aumento se traduce en millones de nuevos problemas médicos adicionales encontrados en los meses posteriores a la vacunación y decenas de millones en todo el mundo.
Las condiciones graves, como la hipertensión, tenían un 25 por ciento más de probabilidades de ser diagnosticadas en los tres meses posteriores a una inyección que en los tres meses anteriores, hallaron los investigadores.
La depresión, el eccema, la diabetes y la celulitis eran entre un 10 y un 20 % más probables.
Los diagnósticos de miocarditis tuvieron el mayor riesgo adicional. Eran aproximadamente 2,6 veces más probables en general, con un riesgo aún mayor en los hombres. La miocarditis es un efecto secundario conocido de los ARNm, por lo que el hecho de que tuviera una tasa particularmente alta de diagnósticos adicionales proporciona una fuerte evidencia de que la señal que encontraron los investigadores era real.
En general, los investigadores informaron que los 284 000 adultos vacunados con covid que examinaron recibieron casi 6000 diagnósticos adicionales de problemas de salud en los 90 días posteriores a la inyección en comparación con los 90 días anteriores.
Con alrededor de 237 millones de adultos estadounidenses vacunados, esa estimación se traduciría en alrededor de cinco millones de diagnósticos adicionales de problemas como la diabetes en los tres meses posteriores a las inyecciones. A nivel mundial, el número podría ser de hasta 25 millones.
