La campaña que el Gobierno de Estados Unidos lanzó contra los inmigrantes indocumentados a poco de asumir Donald Trump la presidencia ya tiene sus primeros resultados, no solo en las personas que son detenidas y expulsadas del país por las fuerzas del orden, sino también en aquellas que dejan suelo estadounidense de forma voluntaria por temor a ser encarcelados antes de ser deportados.
Por: Elvin Sandoval – CNN
Yorvis Castillo es un ciudadano venezolano que estuvo dos años viviendo de manera irregular en la ciudad de Houston, en Texas. Dice que, debido a las medidas de Trump, decidió salir del país voluntariamente el 8 de febrero, por temor a ser detenido en cualquier momento por agentes de inmigración.
“Siente uno que en cualquier momento te pueden agarrar, te pueden deportar”, dice Castillo, quien explica que su temor se debe a que no se sabe qué pasa cuando los detienen. Por eso, dice que lo mejor es “salir antes que pase algo peor”.
Castillo cuenta que pese a las recientes medidas migratorias no dejo de trabajar, aunque existía el temor de ser detenido en cualquier momento.
“Yo trabajaba en un carro de delivery, [los agentes de] migración estaban por ahí en la calle, y como no tengo papeles… si te paran, te van a pedir papeles para manejar un carro. Para todo eso te piden cosas”, asegura este ciudadano venezolano.
Para viajar a Estados Unidos, Castillo le dice a CNN que vendió lo poco que tenía en Venezuela, y que, ahora que va de regreso, no lleva nada. Agrega que “no sé cómo explicarle a mi mamá, tiene una casa, ahí es donde voy a llegar supuestamente, eso no es mío, pero hay mucha gente que no tiene donde llegar”.
Pero Castillo no regresa a casa solo. Dice que lo acompañan su hermano, que no pudo cruzar la frontera para llegar a Estados Unidos, y su padre, que estaba con él en Houston bajo el beneficio del Estatus de Protección Temporal (TPS), pero que, como fue suspendido por el actual Gobierno, tuvo miedo de ser detenido y encarcelado, por lo que decidió regresar también.
Venezolanos sin recursos
José Adrián Díaz también es venezolano. Dice que agentes del Servicio de Inmigración de Estados Unidos lo detuvieron el 2 de febrero mientras trabajaba, en la ciudad de Oklahoma. Cuenta que los agentes de inmigración se presentaron mientras él estaba “trabajando montado encima del techo”.
Díaz comenta que una vez detenido fue llevado en autobús y en avión hasta la frontera con México junto con otros migrantes expulsados.
“No están perdonando a nadie, están puertorriqueños, venezolanos, colombianos, hondureños, nicaragüenses… todos, los están agarrando y lo están tratando feo”, asegura Díaz.
Ya en México, este migrante venezolano decidió iniciar su regreso voluntario a casa en busca de sus seres queridos, porque, asegura, “ya estamos cansados de sufrir, ver muertos, gente durmiendo en la calle, ya estamos cansados de todo esto”.
Según Díaz, son muchos los venezolanos que han decidido regresar de manera voluntaria a su país, pero que no tienen los recursos para hacerlo. Por eso, hace un llamado a los funcionarios de su país: “A Maduro, si nos oye, que mande aviones humanitarios para Honduras, Costa Rica, Nicaragua y México, porque no sabe cuántos venezolanos están sufriendo en esta travesía de regreso”.
El Gobierno de Venezuela ha habilitado vuelos para retornados desde Estados Unidos y también suscribió un acuerdo migratorio con México, el cual facilita el retorno de los venezolanos que no tienen recursos para regresar.
Según dijeron a CNN funcionarios de la organización internacional Médicos Sin Fronteras, diariamente están pasando por la frontera del sector de “Las Manos”, entre Honduras y Nicaragua, unos 300 migrantes que van de regreso voluntariamente a sus países de origen, sobre todo sudamericanos.
