En una declaración que se interpreta como su respuesta directa a la creciente presión nacional e internacional para su salida, Nicolás Maduro aseguró este lunes 13 de octubre que «nada detendrá su agenda de trabajo» y que no tiene intención de abandonar el poder.
Utilizando una metáfora desafiante, el líder chavista sentenció que «a nosotros no nos para nadie ni la lluvia ni los rayos (…) llueva, truene o relampaguee seguimos».
En tal sentido, calificó su agenda como «positiva, constructiva y amorosa», un discurso con el que busca contraponerse a la presión militar de Estados Unidos en el Caribe y al espaldarazo internacional que recibió la líder de la oposición democrática María Corina Machado con el Premio Nobel de la Paz.
La declaración es la afirmación más clara hasta la fecha de que, lejos de considerar una transición, su plan es resistir y continuar en el poder, desestimando las «adversidades» como una tormenta pasajera que no alterará su rumbo.
