La Unidad Expedicionaria de Marines (MEU) 22 de los Estados Unidos realizó ejercicios de entrenamiento de asalto anfibio en Puerto Rico, involucrando a cientos de efectivos en operaciones de desembarco en playas y actividades aéreas. Estos ejercicios, que se llevan a cabo en el Campamento Santiago, tienen como objetivo principal aumentar la preparación y fortalecer las alianzas con la Guardia Nacional de Puerto Rico, según informó el Comando Sur de EE.UU. (SOUTHCOM).
El video publicado por SOUTHCOM muestra imágenes de helicópteros y vehículos anfibios en acción, acompañadas de un sonido de tic-tac que ha generado especulaciones sobre su propósito. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, visitó la isla el 8 de septiembre y describió estos entrenamientos como las «líneas del frente» de una operación de alto riesgo contra el narcotráfico, alineada con las prioridades del presidente Donald Trump.
Estas maniobras ocurren en un contexto de creciente tensión entre EE.UU. y Venezuela. El presidente Trump ordenó también el despliegue de 10 aviones de combate F-35 a Puerto Rico como parte de esta estrategia contra los cárteles de la droga, mientras que Venezuela ha acusado a EE.UU. de utilizar el tema del narcotráfico como pretexto para un cambio de régimen.
El entrenamiento, que incluye patrullajes, reconocimiento y supervivencia en entornos tropicales, ha generado preocupaciones entre activistas puertorriqueños sobre la militarización de la isla. Andrea Malavé, una residente de Vieques, expresó su temor de que estos ejercicios puedan traer de vuelta los impactos negativos de operaciones militares pasadas, interrumpidas solo tras protestas masivas en los años 90.
Por su parte, la gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González Colón, ha mostrado apoyo a las acciones de EE.UU., describiéndolas como una garantía de seguridad. Sin embargo, voces críticas, como la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, han manifestado preocupación y prometido obtener más información para el pueblo de Puerto Rico.
El Comando Sur insiste en que estas actividades son rutinarias y forman parte de ejercicios multinacionales como UNITAS LXVI, pero el contexto regional sugiere una escalada en las tensiones. Mientras tanto, expertos legales cuestionan la legalidad de los ataques de EE.UU. contra embarcaciones venezolanas en aguas internacionales, argumentando que el uso de la fuerza debe justificarse bajo el derecho internacional, particularmente en el marco de la legítima defensa.
En resumen, los ejercicios en Puerto Rico no solo refuerzan la capacidad operativa de los Marines, sino que también reflejan una estrategia más amplia de EE.UU. en el Caribe, marcada por operaciones contra el narcotráfico y un enfrentamiento diplomático con Venezuela que continúa generando incertidumbre en la región.
The @USMC conducted an amphibious training exercise in the Caribbean where they are deployed in support of the #SOUTHCOM mission, @DeptofWar-directed operations, and @POTUS' priorities. pic.twitter.com/5ECzADHyp7
— U.S. Southern Command (@Southcom) September 17, 2025