“En cualquier lugar del mundo en que incauten tres toneladas de cocaína, que serían transportadas en un avión del Estado, por funcionarios al servicio del Estado, por el principal aeropuerto del país controlado por el Estado, y que además atravesó cerca de 900 km de carretera del Estado controlada por agentes policiales y militares al servicio del Estado, sería un escándalo de proporciones inimaginables. Después se molestan cuando los llaman narco-Estado”, le dice a Infobae un alto oficial a propósito de los 3 mil kilos de cocaína detectados en el aeropuerto de Maiquetía con rumbo a Afganistán.
Por: Sebastiana Barráez – Infobae
La empresa Café Faraón perteneció a un tradicional empresario cafetalero, que vendió la maquinaria a Daniel Sepúlveda, que a su vez la habría cedido a otros. Los Sepúlveda, según habitantes de Rubio, se declaraban defensores de la Revolución Bolivariana.
Entre el domingo 25 y lunes 26 de agosto 2024, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) que hace vida en la zona, se dedicó a desocupar un galpón en el sector Vega de La Pipa, propiedad de Daniel Sepúlveda, según reveló un empleado de la empresa Café Faraón asegurando que los Sepúlveda nada tenían que ver con el cargamento incautado.
El oficial, que habló con Infobae, dice que el régimen venezolano “solo reporta chivos expiatorios, para generar la matriz de opinión que mantiene gobernabilidad y control de actividades ilícitas. En realidad quién trafica con enormes cantidades de droga, son los lacayos y aprendices de Fidel Castro, que traficaba con drogas desde que operaba en la Sierra Maestra”.
A su juicio ni el presidente de Emtrasur ni ningún otro de ellos “podría andar como electrón libre en ese narcotráfico y no es casual que sea la empresa a la que le decomisaron el avión en Argentina. De paso su único avión de carga como tal”.
“Seguro compartimentaban información y ese oficial decide actuar con un grupo, quizá por cuenta propia y se lo permiten para tener un falso positivo de lucha antidrogas”.
Pide entender con claridad lo que está sucediendo, porque quienes participan en el entramado de poder del régimen venezolano “están atrincherados y están construyendo narrativas, también distracciones del tema medular que es el golpe de Estado y el robo de las elecciones”.
“La distracción y la supuesta lucha contra el tráfico de sustancias ilícitas. Todo es parte de la cortina de humo para quemar tiempo con el tema del golpe de Estado que dio Maduro y su camarilla”.
“Recorrer distancias desde Rubio en Táchira a Maiquetía en La Guaira, sin ser detectado por perros antidrogas, que están en la mayoría de alcabalas o punto de control, es algo como para que engañen a ignorantes del tema”.
“En la alcabala La Pedrera es una fija, por citar uno de los PAC, que a todo camión le pasan revisión con perros antidrogas. Lo que parece una operación vedada y tolerada para construir narrativas de que el régimen, al margen del derecho, está gestionando la lucha contra el delito, siendo ellos el delito más brutal en el poder”, finaliza diciendo el alto oficial que habló con Infobae.
¿La historia se repite?
Ya hace casi 11 años, desde que el 10 de septiembre de 2013, un avión de la línea Air France, con 31 maletas cargadas de droga, aterrizó en Francia. Eso ocurrió justamente en un año muy agitado en Venezuela: fue la muerte de Hugo Chávez, con todo lo que eso implicó, luego las elecciones presidenciales del 14 de abril 2013, que significó la salida de unos hombres del círculo de poder y la entrada de otros.
En el caso de Air France, que representó asombro en Francia, no pasó de ser una noticia que se perdió entre la fuerte diatriba política en Venezuela. Y así, no es la primera vez que un hecho de grandes dimensiones para el narcotráfico, ha pasado como una noticia casi irrelevante. De aquellos 1.382 kilogramos de la cocaína en el avión de Air France, pasamos a los 3 mil kilogramos de cocaína, camuflajeadas en empaques de café, que iban a ser enviados a Afganistán.
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