Israel rechazó una vez más los llamados a una pausa humanitaria en la guerra con Hamás el lunes, incluido uno del presidente Joe Biden, mientras azotaba el norte de Gaza en preparación para una inminente incursión terrestre en la ciudad de Gaza.
«Nos estamos acercando a ellos», dijo el teniente coronel Richard Hecht, portavoz militar israelí. «Hemos completado nuestro cerco, separando los bastiones de Hamás en el norte del sur».
La Casa Blanca dijo que Biden habló el lunes con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pero no pudo lograr que aceptara detener la ofensiva militar que comenzó después del brutal ataque de Hamás el 7 de octubre. El secretario de Estado, Antony Blinken, también fracasó en un esfuerzo similar. el fin de semana. Estados Unidos “seguirá abogando por pausas temporales y localizadas en los combates”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
El ejército israelí dijo que había atacado más de 450 «objetivos de Hamás» en las 24 horas anteriores y había matado a un comandante militante.
los bombardeos nocturnos también alcanzaron el techo del hospital al-Shifa de la ciudad de Gaza, matando a varias personas desplazadas que buscaban refugio y destruyendo paneles solares que mantenían el suministro eléctrico, según Mohamed Zaqout, director general de todos los hospitales de Gaza. El bombardeo también destruyó viviendas en el densamente poblado campo de refugiados de Shati, en las afueras de la ciudad de Gaza, dijeron palestinos que huyeron al sur el lunes.
«Los edificios del hospital de Al Shifa temblaron toda la noche y empezamos a recoger los cadáveres y los heridos», dijo el cirujano Ghassan Abu Sitta. «Fue horrendo».
