El presidente ruso, Vladímir Putin, suspende la participación de Rusia en el Nuevo START, el último tratado de desarme nuclear vigente con Estados Unidos, y amenaza con realizar nuevos tests nucleares si Washington los hace primero.
Lo ha dicho durante su discurso a la nación. A tres días de que la guerra en Ucrania cumpla un año, el presidente ruso ha asegurado que alcanzará sus objetivos «paso a paso», aunque ha reconocido que Rusia atraviesa un momento «difícil». Una vez más a vuelto a culpar los países occidentales:
«Quiero repetir una vez más: son ellos quienes comenzaron la guerra. Y hemos usado y estamos usando la fuerza para detenerla. Defendemos la vida de las personas, nuestra tierra natal, y el objetivo de Occidente es la dominación desenfrenada. Ya han gastado más de 150 000 millones de dólares para instigar y armar al régimen de Kiev».
Ha dado a entender que el conflicto está lejos de terminar. La denominada por Rusia operación militar especial, que iba a durar una semana, es la guerra más cruel en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Y, a punto de cumplir un año, no se vislumbra una solución a corto o medio plazo.