Los reclamos latinoamericanos en favor de la causa palestina han llegado a los oídos de los líderes de Tel-Aviv. El presidente israelí, Isaac Herzog, fue enfático en referirse a «todos los países de habla hispana» para transmitir su rechazo a la decisión de gobiernos como el de Bolivia, que cortó sus relaciones diplomáticas con Israel el pasado 3 de noviembre, o el chileno, que, junto con Colombia, llamaron a consultas a sus embajadores en Tel-Aviv a finales de octubre.
«Creo que los líderes de Venezuela, Colombia, Bolivia, Chile y otros que nos han criticado deberían mostrar cierta decencia y respeto y hacer llegar el reclamo de los rehenes a los líderes mundiales, presionando a Irán y sus aliados, entre los que se incluye Hamás», afirmó Herzog, quien advirtió a los países de la región que «ellos podrían ser los siguientes», refiriéndose a un posible auge de la amenaza ‘terrorista’ en Latinoamérica.
Por otro lado, Herzog se jactó de saber sobre «la presencia de Irán en la región», lo cual lamentó y pidió unión en el bloque para «luchar juntos» contra «la máquina del terror» que representaría Teherán.
En el pasado, distintas instancias gubernamentales israelíes han criticado la postura de dichos países latinoamericanos con relación al conflicto en los territorios palestinos, afirmando que Venezuela estaría aliado a Irán en «el apoyo al terrorismo de Hamás» y advirtiendo a Colombia y Chile que no se alineen con la posición de Caracas, ello mencionado en un comunicado del ministerio de Exteriores israelí a principios de noviembre.
Venezuela crítica las «cínicas declaraciones» de Herzog
La respuesta venezolana a los llamamientos del presidente de Israel no se hizo esperar. A través de un comunicado abierto al público, el Gobierno encabezado por Nicolás Maduro expresó «su repudio» ante las «cínicas declaraciones» de Herzog y calificó las acciones de Tel-Aviv en la Franja Gaza como «genocidio».
«Los actos del Estado israelí sobrepasan largamente el límite de la decencia y el respeto, y se catalogan de crímenes de guerra y de lesa humanidad, los cuales tarde o temprano serán juzgados bajo las leyes internacionales», sentenció el comunicado publicado en las redes sociales del canciller venezolano, Yvan Gil.
Más allá de las peticiones al alto al fuego total, el Gobierno venezolano también mencionó que seguirán «promoviendo acciones» dentro de Naciones Unidas para impulsar resoluciones del organismo que otorguen vías para la creación de un Estado palestino.
Además de Maduro, Gustavo Petro, presidente colombiano; Gabriel Boric, jefe de Estado chileno, y Luis Arce, mandatario boliviano, han sido algunas de las voces más críticas en la zona con las acciones de Israel sobre los territorios palestinos y han hecho múltiples llamados al cese al fuego inmediato y a la protección de los civiles, sobre todo en la Franja Gaza.
Relaciones tensas entre Israel y el bloque de izquierda latinoamericano
Luego de 41 días del recrudecimiento del conflicto israelí-palestino, que ya ha dejado más de 11.500 muertos en la Franja de Gaza, los ejes de la izquierda latinoamericana no han sido indiferentes a la situación.
El jefe de Estado colombiano, Gustavo Petro, es, quizá, el más activo en la condena contra los ataques de Israel hacia los civiles en Gaza, además de mostrar su rechazo al bloqueo de Tel-Aviv al enclave. Además, el izquierdista protagonizó un encontronazo con el embajador israelí en Bogotá, Gali Dagan, y amenazó con «suspender» las relaciones diplomáticas con Israel.
«Si hay que suspender relaciones exteriores con Israel, las suspendemos. No apoyamos genocidios. Al presidente de Colombia no se le insulta.», escribió el mandatario en su perfil de X, antes Twitter, el pasado 15 de octubre.
El conflicto entre Israel y Hamás, que ha desatado una intensa crisis humanitaria en la Franja de Gaza, tiene los reflectores internacionales encima, y Latinoamérica, a pesar de su lejanía geográfica, no se ha quedado atrás en expresar sus opiniones al respecto.