Los ciudadanos británicos pueden estar atravesando una crisis de vivienda, pero el Gobierno laborista de Keir Starmer está decidido a que quienes siguen llegando en patera a través del Canal de la Mancha no tengan ese problema.
Así, el Ejecutivo de Starmer ha solicitado ayuda a los propietarios privados en el marco de un programa de vivienda en expansión liderado por el gigante de la externalización Serco, que gestiona contratos de vivienda para personas de asilo para el Ministerio del Interior en las Midlands, el Noroeste y el Este de Inglaterra.
El inasumible aumento en el número de recién llegados ha llevado incluso a que miembros de la Administración laborista sugieran la posibilidad de introducir inmigrantes en los hogares británicos, alegando que hay ocho millones de hogares donde reside una única persona que podrían acoger a inmigrantes». Muchos temen que esta “sugerencia” acabe convirtiéndose en obligatoria.
Los propietarios han tildado de «inmoral» la política del Partido Laborista de alojar a solicitantes de asilo en propiedades privadas. El plan pretende reducir los miles de millones de libras que los contribuyentes gastan en hoteles para inmigrantes tras el aumento de los cruces del Canal de la Mancha. Los propietarios han expresado su reticencia a alquilar a inquilinos que no pueden verificar personalmente.
Actualmente, Serco gestiona alojamiento para 30.000 solicitantes de asilo en 7.000 propiedades en todo el Reino Unido. Tim Prourban, propietario con más de 20 años de experiencia, declaró a The Telegraph que considera el plan “simplemente inmoral». «No podría dormir por la noche”, añade: «A nivel personal, no quisiera ceder la vivienda a quienes, en el fondo, no lo merecen, por delante de personas que trabajan y contribuyen a la economía».