Ningún piloto podría haber evitado ese accidente”, analiza Justin Green, un abogado especializado en aviación, como parte de los desgarradores relatos que narran la caída del helicóptero turístico en las aguas del río Hudson. Cinco turistas españoles y el piloto fallecieron instantáneamente.
Cerca de las 3:15 de la tarde del jueves, la aeronave se partió en el aire y se estrelló boca abajo en el Hudson, convirtiéndose en el desastre de la aviación más reciente en Estados Unidos, según las autoridades.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, informó que el vuelo partió de un helipuerto del centro de la ciudad y que los cadáveres habían sido recuperados y sacados del agua. Según reseña AP, el helicóptero se disponía a viajar hacia el norte, a lo largo del horizonte de Manhattan, y luego de vuelta hacia el sur, en dirección a la Estatua de la Libertad. Duró menos de 18 minutos en el aire.
Testigos del accidente cuentan que el helicóptero “se deshacía en el aire”
Justin Green, que fue piloto de helicópteros en el Cuerpo de Infantería de la Marina, atribuyó el incidente a una “falla mecánica catastrófica”. Entre sus conocimientos, aseguró a la agencia que la situación dejó al piloto sin posibilidades humanas de salvar la aeronave.
Es posible que los rotores principales del helicóptero golpearan el brazo de cola, rompiéndolo y provocando la caída libre de la cabina, dijo Green.