En una declaración cargada de simbolismo y con claras implicaciones geopolíticas, el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, planteó públicamente la posibilidad de un cambio de régimen en Irán, a solo horas de confirmarse que aviones B-2 estadounidenses habían realizado ataques exitosos contra instalaciones nucleares iraníes.
“No es políticamente correcto usar el término ‘cambio de régimen’, pero si el actual régimen iraní no puede hacer que Irán vuelva a ser grande, ¿por qué no habría un cambio de régimen? ¡MIGA!”, escribió el mandatario en su cuenta oficial de Truth Social, haciendo referencia al lema de su segunda administración: Make Iran Great Again.

La declaración de Trump se produce en un momento de alta tensión, en medio de un conflicto abierto con Irán que ya suma más de diez días de enfrentamientos directos, ataques con drones, misiles y actos de sabotaje en múltiples frentes del Medio Oriente.
Pese a que horas antes el vicepresidente J.D. Vance y otras figuras del gabinete habían asegurado que los objetivos de Washington estaban centrados exclusivamente en frenar el programa nuclear de Teherán, las palabras del presidente vuelven a poner sobre la mesa la dimensión política del conflicto.
En publicaciones separadas, Trump confirmó que los bombarderos B-2 “aterrizaron de forma segura en Missouri” tras ejecutar la operación y celebró lo que calificó como un “trabajo bien hecho” con “daños monumentales” infligidos a las instalaciones atacadas.
“La precisión fue total. Nuestros militares demostraron gran habilidad. ¡Gracias!”, escribió el mandatario, en un tono marcadamente triunfalista.
Cierta lógica estratégica rodea el mensaje presidencial, ya que el propio régimen iraní ha reiterado que no cesará su ofensiva contra Estados Unidos y sus aliados, asegurando que la confrontación continuará “hasta el final”. En ese contexto, analistas señalan que la Casa Blanca podría estar endureciendo su narrativa como forma de aumentar la presión internacional y acelerar un debilitamiento interno del régimen de los ayatolás.
El líder supremo iraní, Alí Jamenei, ha sido visto recientemente en reuniones con altos mandos militares en Teherán, mientras el país enfrenta cortes de energía, disturbios locales y reportes de fallas severas en instalaciones estratégicas tras los ataques.
Aunque no se ha hecho oficial ninguna estrategia de “cambio de régimen”, las declaraciones de Trump representan un giro importante respecto al discurso de contención limitado y podrían marcar el inicio de una nueva fase en la política exterior estadounidense hacia Irán.