Morfema Press

Es lo que es

Venezuela a un año de las elecciones robadas: Resistencia y esperanza

Comparte en

Un año después del robo de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, Venezuela sigue bajo un régimen autoritario. El ansiado cambio de régimen aún no se ha producido, pero el régimen actual tiene las horas contadas. A pesar de la abrumadora evidencia de la victoria de Edmundo González —incluidas copias de los recuentos de votos de más del 80% de los colegios electorales—, el régimen declaró ganador a Nicolás Maduro y se negó a publicar los resultados completos.

Por: Karl-Heinz Paqué – Fundación Friedrich Naumann para la Libertad

González, respaldado por la principal política opositora liberal del partido Vente Venezuela, María Corina Machado, se presentó como la candidata unificada del movimiento democrático; sin embargo, la voluntad popular fue sistemáticamente reprimida. A María Corina Machado se le impidió postularse porque el régimen simplemente le negó su participación.

En respuesta a las protestas que estallaron inmediatamente después de las elecciones en varias ciudades, el régimen desató una brutal represión: más de 2200 personas fueron arrestadas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó abiertamente las acciones como «terrorismo de Estado». Según la ONG Foro Penal, 948 presos políticos se encuentran actualmente detenidos, incluyendo menores y militares. Si bien muchos líderes de la oposición se han visto obligados a exiliarse o a ser encarcelados, María Corina Machado se mantiene desafiante dentro del país: activa, visible y bajo constante amenaza.

Un año después del 28 de julio, el panorama es claro: la democracia ha sido violentamente reprimida, pero la resistencia perdura, impulsada por la valentía, la organización y la voluntad inquebrantable del pueblo. La lucha está lejos de terminar.

Para honrar este notable logro de la sociedad civil venezolana y mantener viva la memoria de este poderoso acto democrático, la Red Liberal Latinoamericana (RELIAL) organizó un evento especial en línea el 28 de julio de 2025. Su evento central fue la presentación del libro y portal en línea
Venezuela 28J: La gesta de un pueblo democrático”, que documenta la valentía y la organización de los ciudadanos que siguen luchando por la democracia y la libertad a pesar de las adversidades.

Aquí están mis propias palabras de clausura en este evento:

Queridos amigos de la libertad del mundo entero, queridos amigos de una Venezuela libre,

Como presidente de la Fundación Friedrich Naumannpresidente de la Internacional Liberal, es un honor para mí darle la bienvenida a este importante evento.

Hoy, destacamos una de las luchas más inspiradoras por la libertad en el mundo moderno:

La lucha del pueblo de Venezuela por la libertad y la democracia

La causa de Venezuela se ha vuelto profundamente personal para mí, en gran medida debido a mi profunda admiración por María Corina Machado.

A lo largo de los años, he sido testigo de cómo su mensaje —de principios e inquebrantable— ha resonado en Venezuela y más allá.

No se basa en el populismo ni en falsas promesas. Ofrece algo mucho más poderoso: la visión de una nación donde cada individuo —no
un régimen corrupto— es el autor de su propio destino.

El año pasado, me uní a la diáspora venezolana en Alemania por invitación de Vente Venezuela Alemania, para exigir elecciones libres y justas.
Nunca olvidaré ese día, domingo 28 de julio, junto a venezolanos frente al centro de votación en Berlín.

Dos palabras definieron ese momento: esperanza y frustración.

Esperanza de un futuro mejor, mientras la gente esperaba noticias de sus lugares de origen.

También frustración —profunda y dolorosa frustración— entre aquellos venezolanos en el exterior a quienes les fue negado el derecho al voto por un régimen que temía a las más de ocho millones de voces que se vieron obligadas a abandonar sus hogares.

Dos semanas después, sucedió algo extraordinario.

A pesar de la represión, la censura y la manipulación, Edmundo González , con el aval de María Corina Machado, emergió como el legítimo ganador de las elecciones.

Y en todo el mundo, incluso aquí en Berlín, decenas de miles de venezolanos se unieron, organizados por los comanditos, para documentar la verdad.

Lo vi con mis propios ojos: copias de actas de recuento, coordinación de base y un movimiento impulsado no por el dinero ni por los medios de comunicación, sino por la convicción y el deber cívico.

Algunos dicen que el régimen chavista es inamovible. Pero lo ocurrido el 28 de julio cuenta una historia diferente.

Fue un acto heroico de más de un millón de ciudadanos que demostró que lo imposible es posible cuando la gente se une.

Los venezolanos nos recordaron que ninguna dictadura, por muy arraigada que esté, es invencible.

Durante años, el régimen chavista persiguió a la disidencia y destruyó las instituciones democráticas. Pero a pesar del miedo y la represión,
el pueblo se alzó.

Hablaron fuerte, no sólo con sus votos sino con su inquebrantable compromiso con la verdad y la justicia.

Lamentablemente, las elecciones fraudulentas se están volviendo demasiado comunes en todo el mundo.

Lo que es raro —y poderoso— es la capacidad de demostrar el fraude, y hacerlo con datos y valores democráticos.

Por eso es tan importante la presentación de hoy y el informe titulado “28J: La hazaña ciudadana en la lucha contra la autocracia”.

Este documento no es sólo un relato histórico: es un manual de resistencia, un manual de resiliencia democrática y
un testimonio de la fuerza del coraje cívico.

Al leerlo, recordé lo fácil que es dar por sentada la democracia.

En las democracias sanas, nuestro mayor desafío es ganarnos a los votantes.

En Venezuela, la oposición tuvo que hacer eso y garantizar que la voluntad del pueblo no pudiera ser borrada.

La escala de sus esfuerzos es impresionante:

  • 270.000 testigos en los centros de votación
  • 100.000 empleados para la recolección, escaneo y transporte
  • 60.000 coordinadores de centros de votación
  • 20.000 grupos de trabajo especiales para zonas de alto riesgo

Y todo esto ocurrió bajo un régimen que monopolizó los medios de comunicación, prohibió a los líderes de la oposición volar, negó el acceso a fondos públicos y lanzó campañas de miedo y represión.

En Caracas no hubo carteles de campaña de Edmundo González.

Y, sin embargo, gracias a María Corina Machado y a una red de ciudadanos valientes, su mensaje llegó a millones: a través de autos, barcos, motocicletas y teléfonos inteligentes. De persona a persona. De corazón a corazón.

Aun así, el régimen arrestó a quienes se atrevieron a ayudar. Lo controlaba todo, menos la voluntad popular. Y por eso perdió.

El 28 de julio no fue suerte.

Fue el resultado de una brillante estrategia de base, impulsada por la disciplina , la unidad y un sueño demasiado grande para ser silenciado.

Muchos partidos liberales de todo el mundo podrían aprender de este movimiento.

Como nos recuerda Pedro Urruchurtu, coordinador de Asuntos Internacionales de Vente Venezuela, quien pasó más de 400 días atrapado en una embajada: “La libertad, como cuestión de dignidad, es un tesoro, pero también un deber”

Llevemos ese espíritu adelante. Honrémoslo, no solo con palabras, sino con hechos.

WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com
Scroll to Top
Scroll to Top