Vía El Carabobeño
En una polémica decisión, el Consejo Nacional de Universidades (CNU) anunció la eliminación de las pruebas de admisión internas en las universidades públicas, imponiendo un sistema de asignación de cupos que, según el propio organismo, busca garantizar una educación universitaria gratuita y de calidad. Sin embargo, esta medida no solo elimina un filtro académico fundamental, sino que también supone un nuevo golpe a la autonomía universitaria, poniendo en riesgo la calidad y la pluralidad académica.
A través de un comunicado en Instagram, el CNU defendió la medida argumentando que con ella se “derriban barreras excluyentes” y se permite que más jóvenes accedan a la universidad sin “filtros sesgados o discrecionales”. Sin embargo, la eliminación de las pruebas deja sin instrumentos objetivos para evaluar el mérito académico de los aspirantes, lo que podría traducirse en una educación universitaria menos rigurosa y más politizada.
El nuevo sistema permitirá que bachilleres con un puntaje mínimo de 20 ingresen en su primera opción, y que aquellos con 19 puntos, junto a los mejores promedios de cada escuela, accedan a sus tres primeras opciones. La asignación tomará en cuenta además variables territoriales, socioeconómicas y de diversidad, incluyendo pueblos indígenas y estudiantes con discapacidad. A primera vista, una medida inclusiva, pero que en la práctica podría abrir la puerta a decisiones arbitrarias y discrecionales en la asignación de cupos.
Mientras tanto, el CNU también aprobó un equipo para evaluar modalidades académicas presenciales y semipresenciales, en un intento por justificar cambios que, más que modernizar la educación, parecen responder a una agenda de control centralizado sobre las universidades.
Universidades y comunidad académica denuncian ataque a la autonomía
La reacción de las universidades no se hizo esperar. Voceros como el rector de la Universidad Central de Venezuela (UCV) rechazaron la medida públicamente, advirtiendo que se trata de un atentado contra la autonomía universitaria.
Ángel Rodríguez, secretario general de la Federación de Centros Universitarios de la UCV, calificó la suspensión de los mecanismos propios de admisión como “arbitraria” y una clara violación a la independencia que deben tener las casas de estudio. “La admisión no puede depender únicamente del Ministerio de Educación Superior”, aseguró.
De igual forma, Keta Stephany, secretaria de formación de la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios (Fapuv), insistió en que la UCV puede y debe mantener su autonomía, advirtiendo que la medida del CNU no es confiable debido a las fallas recurrentes en la asignación de cupos por parte de la OPSU. Asimismo, resaltó el papel de programas como Samuel Robinson y Simadi en la equidad del acceso universitario.
Para Rosa Cucunuba, vicepresidenta electa de la FCU-UCV, estas acciones representan un nuevo capítulo en la violación sistemática a la autonomía universitaria y una amenaza directa contra la libertad académica, que afecta la esencia misma de la educación superior en el país.
En definitiva, la eliminación de las pruebas de admisión no solo cuestiona el rigor académico sino que profundiza la centralización del control educativo, en detrimento de la pluralidad, la calidad y la independencia que deben caracterizar a las universidades.