Venezuela sigue siendo el país menos competitivo del mundo en 2025, ocupando el puesto 69 de 69 economías por segundo año consecutivo, según el Ranking Mundial de Competitividad la escuela de negocios suiza IMD.
El ranking, que evalúa 20 variables en cuatro áreas clave: desempeño económico, infraestructura, eficiencia gubernamental y eficiencia empresarial, destaca los graves desafíos económicos y estructurales de Venezuela.
Por su parte, Suiza, Singapur y Hong Kong, economías pequeñas orientadas a la exportación con monedas fuertes, ocupan los tres primeros lugares.
Argentina se sitúa en el puesto 62, también entre los menos competitivos de América Latina. El informe resalta la importancia de la colaboración público-privada para impulsar la prosperidad en un panorama económico global fragmentado.
España subió un puesto en el índice de competitividad que cada año elabora la escuela de negocios suiza IMD, del 40º de 2024 al 39º en 2025, pero sigue en discretas posiciones en la mitad de la tabla de 69 economías, que este año encabezan Suiza, Singapur y Hong Kong.
Por encima de España se sitúan otras importantes economías europeas como Alemania (19ª), Reino Unido (29ª) o Francia (32ª), mientras que la economía española aventaja a la de Italia (en el puesto 43) y se sitúa dos posiciones por debajo de la vecina Portugal.
El índice se elabora teniendo en cuenta 20 variables agrupadas en cuatro aspectos, y si bien España obtiene mejor nota en los referentes a coyuntura económica (donde logra la 22ª posición global) o en infraestructuras (27ª), pierde puestos a la hora de medir la eficiencia de sus negocios (puesto 41) y sobre todo la gubernamental (puesto 56).
El economista español Arturo Bris, profesor del IMD y director del Centro de Competitividad Mundial que elabora el informe, destacó sobre el podio de este año que «Suiza, Singapur y Hong Kong comparten el hecho de ser pequeñas economías, enfocadas a la exportación y con fuertes divisas».
«En un mundo fragmentado y con un contexto de guerra comercial y economías que protegen sus activos e inversiones, es importante que el sector público y el privado trabajen juntos para garantizar que las economías sean prósperas y competitivas», analizó.