Los diputados de Vox en el Congreso han salido este miércoles del hemiciclo justo antes de que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, comenzara su intervención ante las Cortes Generales, y mientras el resto de diputados se ponían en pie –en su mayoría– y aplaudían al dirigente colombiano.
Tampoco ha participado ningún miembro de Vox en la recepción a Petro realizada previamente en el Palacio Real, tal y como habían anticipado. A quienes sí ha saludado Abascal mientras tanto ha sido a la treintena de manifestantes congregados a las puertas del Congreso en protesta contra la visita de Petro a España, que precisamente habían sido convocados por Disenso, la fundación de Vox.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha justificado el gesto de su partido de abandonar el hemiciclo del Congreso de los Diputados este miércoles, justo antes de que comenzase a hablar el presidente de Colombia, Gustavo Petro, de visita de Estado en España. “Probablemente muchos españoles desconocen a quién hemos puesto alfombra roja hoy en España y en el Congreso”, ha dicho en declaraciones a la prensa en los pasillos de la Cámara.
El líder de Vox ha asegurado que “Petro es un terrorista no arrepentido” y ha denunciado que “insulte a España para después recibir el collar de Isabel la Católica”. “Esto no es más que una muestra de cuál es la política internacional de este Gobierno, siempre sumiso ante los enemigos de las libertades”, ha afirmado Abascal, que ha zanjado: “[Petro] tiene un pasado que no se puede ocultar, que ha dejado dolor, muertos en Colombia, del que no se ha arrepentido y que nosotros hoy queremos condenar con este gesto”.
Abascal ha afirmado que Petro ayuda a “avanzar las tiranías y los regímenes socialistas y comunistas en Iberoamérica” y ha terminado: “Nosotros hoy tratamos de representar el sentir de muchos colombianos que están perplejos, que han tenido que abandonar su patria y que saben quién era Petro (…) nosotros representamos a todas esas personas y respetamos al pueblo colombiano”.
El partido considera al primer presidente de izquierda de Colombia un dirigente “totalitario” que representa “un obstáculo a la libertad y el desarrollo de los derechos humanos” en su país; de ahí su rechazo a asistir a las intervenciones de Petro en su visita de Estado a España.
