Vía errepar
Se aprovecharán los subproductos de la industria del gas natural para proveer de energía a una granja de “criptominería»
YPF, la empresa petrolera estatal de Argentina, puso en marcha la Central Térmica Bajo del Toro, al noreste de la Provincia de Neuquén.
Este proyecto, que es calificado por la compañía como “innovador”, permite que el gas de las actividades de exploración de YPF sea empleado para abastecer las instalaciones de una granja de minería de Bitcoin. Esta es administrada por la compañía Genesis Digital Assets Limited (GDA).
La Central Térmica hace uso de lo que se conoce como gas de flare o venteo. Se trata del residuo de la producción de gas natural que habitualmente debe quemarse o, si no se cuenta con la infraestructura adecuada, se libera directamente a la atmósfera. Ambas formas de deshacerse de este residuo, en mayor o menor medida son perjudiciales para el ambiente.
Informa YPF que ‘esta iniciativa permite reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, hacer un uso eficiente de la energía, y monetizar el gas de flare, que de otra forma hubiera sido venteado a la atmósfera‘.
¿Cómo funciona la minería de Bitcoin con gas de flare?
Para comprender el procedimiento, primero es necesario entender qué es la minería de Bitcoin. Es el proceso mediante el cual se verifican y agregan transacciones al libro mayor público de Bitcoin, conocido como blockchain.
Los equipos mineros son computadoras que resuelven problemas matemáticos que aseguran la red y validan las transacciones. A cambio de su trabajo, los mineros reciben nuevas monedas de bitcoin (BTC) como recompensa.
Para llevar a cabo esta tarea, se requiere una cantidad significativa de energía eléctrica ya que las computadoras trabajan de manera continua. Es aquí donde entra en juego el gas de flare.
La iniciativa de YPF y GDA aprovecha el subproducto industrial como fuente de energía para alimentar las operaciones de los equipos de minería. En lugar de quemar o liberar este gas, se utiliza para generar electricidad en la Central Térmica Bajo del Toro, que va directamente al centro de cómputos que, por así decirlo, “produce” bitcoins.
YPF destaca que todo esto se realiza ‘sin afectar la disponibilidad de la red de energía eléctrica del país y contribuyendo con una solución sostenible‘.
‘Argentina es un país importante para la minería de Bitcoin‘
Sobre esta iniciativa se pronunciaron representantes tanto de YPF como de GDA. Por parte de la empresa petrolera, Martín Mandarano, CEO de YPF Luz cuenta con orgullo que en 2022 fue la primera empresa energética argentina en realizar una tarea como esta. Añade: ‘Este proyecto con GDA nos permite acercar a YPF y a Equinor, dos empresas comprometidas con reducir la huella de carbono de sus actividades de exploración, una solución de uso de gas de flare adaptable y sustentable‘.
Por parte de GDA, que es una empresa de origen estadounidense, habló su presidente ejecutivo, Abdumalik Mirakhmedov. ‘Creemos que Argentina es un país importante para la minería de Bitcoin, dada su abundancia de fuentes de energía y su entorno favorable a los negocios‘, dijo el empresario.
Añadió Mirakhmedov que la apertura de esta granja de minería en la región de Vaca Muerta es un paso importante en los esfuerzos de diversificación geográfica de la compañía que lidera. Además, sostiene que ‘será otra oportunidad para mostrar al mundo que la minería de Bitcoin puede tener un efecto positivo en el medio ambiente y puede integrarse plenamente en las comunidades locales‘.
Hay un cambio de perspectiva sobre la minería de Bitcoin
En los últimos años, la perspectiva sobre el consumo energético de Bitcoin ha cambiado considerablemente. Inicialmente, Bitcoin fue objeto de críticas debido a la gran cantidad de energía que requiere para la minería, con preocupaciones sobre su impacto ambiental. Sin embargo, iniciativas como la que está llevando a cabo YPF con gas de flare están demostrando que esta industria, contrario a lo que se creía, puede ser parte de soluciones energéticas sostenibles.
Además de proyectos como el de YPF, muchos mineros de Bitcoin están recurriendo a fuentes de energía renovable para sus operaciones. El negocio para ellos es encontrar las fuentes energéticas más baratas, para que así su rentabilidad sea mayor.
Un ejemplo notable es El Salvador, que ha comenzado a utilizar energía geotérmica para la minería de Bitcoin a nivel estatal. El país, que ha adoptado a BTC como moneda de curso legal, ya ha minado 474 BTC (equivalentes a 29 millones de dólares) con la ‘energía de los volcanes‘, como le gusta decir a su presidente, Nayib Bukele.
Estas tendencias muestran un cambio hacia una minería de Bitcoin más sostenible, ambientalmente amigable y con una huella de carbono reducida o nula. Al integrar prácticas y tecnologías ‘verdes‘, la industria de la criptominería está respondiendo a las críticas y demostrando que puede ser compatible con los objetivos de sostenibilidad hacia los que avanza el mundo.
