Vía Criptonoticias
El gas metano que se produce al extraer petróleo de la reserva Vaca Muerta, en la Patagonia argentina, comienza a tener casos de uso concretos. La minería de Bitcoin ya se anota en esa lista por duplicado, primero con un emprendimiento público-privado y ahora con una nueva iniciativa liderada por varias empresas.
Tomás Ocampo, fundador de Unblock Computos, anunció en la red social X (antes Twitter) que su compañía ya es «el segundo minero (de Bitcoin) con gas flare del mundo». El gas flare, «quema de gas» en español, es el proceso de quemar gases no deseados que se liberan durante la producción de petróleo y gas.
La granja de minería de Bitcoin de Unblock se encuentra en la formación sedimentaria Vaca Muerta, ubicada principalmente en la provincia de Neuquén, pese a que también abarca territorio de Mendoza, Río Negro y La Pampa. Se trata de una de las reservas petrolíferas más importantes del mundo, con una extensión de 30.000 kilómetros cuadrados.
En Vaca Muerta se produce petróleo y gas. Sin embargo, hasta hace poco el gas metano residual del proceso de extracción no tenía un aprovechamiento claro, sino que se quemaba mediante el flaring. Para remediar esa situación, surgió en 2022 un proyecto compartido entre la empresa estatal YPF Luz y una empresa internacional —nunca se conoció cuál exactamente. Hicieron pruebas para minar Bitcoin a partir de esa energía disponible y no utilizada, como reportó CriptoNoticias.
El nuevo proyecto de minería de Bitcoin en Vaca Muerta
En su publicación, Tomás Ocampo detalló que la instalación de la granja para minar Bitcoin en Vaca Muerta demandó una inversión de USD 15 millones. Participaron del proyecto importantes empresas del sector energético de Argentina, como son Pampa Energía, Petrocuyo, Tecpetrol y Pluspetrol, además de la internacional Crusoe Energy.
nblock es una empresa que se dedica a reducir el flaring de gas colocalizando procesos de cómputo de alta demanda de energía con operaciones petroleras. En América Latina, funciona como una extensión de Crusoe Energy, compañía con el mismo objetivo, pero a nivel internacional.
Tomás Ocampo ha comentado la idea de la compañía, así como también este proyecto en Argentina particularmente, en eventos sobre Bitcoin, como por ejemplo en Labitconf XI, celebrada en Buenos Aires en noviembre.
¿Por qué esto es bueno para el ambiente?
La minería de Bitcoin basada en gas flare tiene dos grandes beneficios. Por un lado, permite generar un bien (bitcoins) a partir de energía que, de otra forma, sería desaprovechada. Por otra parte, previene la liberación de sustancias sumamente nocivas para el ambiente, como son los de la quema de gas.
Cuando el gas natural asociado con el petróleo se extrae durante la perforación, a menudo se quema directamente en lugar de ser capturado y utilizado. Este proceso se realiza mediante la ignición controlada de los gases en una llama abierta en la parte superior de una torre o estructura elevada.
Aunque el gas flare ayuda a prevenir la acumulación peligrosa de gases y evita la liberación directa de metano, un poderoso gas de efecto invernadero, también es una práctica ambientalmente perjudicial debido a la liberación de dióxido de carbono y otros contaminantes. Como explicó Tomás Ocampo en una entrevista, estos desechos generan enormes perjuicios para la salud de las personas que trabajan y viven cerca del lugar donde se hace el flaring.
En los últimos años, ha habido un creciente interés en encontrar soluciones más sostenibles, como la implementación de tecnologías para la captura y utilización del gas, con el objetivo de minimizar los impactos negativos de la quema de gas. La minería de Bitcoin es uno de ellos, y seguro habrá más pruebas de este tipo en el futuro cercano.